En el discurso sobre su Cuarto Informe del porque en estos tiempos los valores humanistas se hallan aplastados bajo la avalancha de la basura mediática, el consumismo nihilista y la degeneración de la democracia el presidente López Obrador introdujo en su alocución un nuevo concepto que ha levantado polémica entre los analistas, ¿Qué significa el humanismo mexicano?
Recuerdo que hace muchos años el padre Pedro Pantoja, en la Casa del Migrante, hablaba sobre un nuevo humanismo que dejara atrás los movimientos xenófobos, racistas o abiertamente fascistas, así como el rampante y deshumanizado neoliberalismo adorador del «Dios Dinero»; y es que en estos tiempos los valores humanistas se hallan aplastados bajo la avalancha de la basura mediática, el consumismo nihilista y la degeneración de la democracia.
La propuesta se está desgranando por la comentocracia para entenderla con claridad, en ella sobresale la convicción de AMLO: “nada humano nos es ajeno” a partir de 3 principios, el político, el económico y el social; el primero se basa en Francisco I. Madero, “sufragio efectivo, no reelección”. De Hidalgo, “el pueblo que quiere ser libre lo será” además de la frase propia de AMLO, “el progreso sin justicia es retroceso” y el eje rector de su humanismo mexicano: Por el bien de todos, primero los pobres y como una política vinculante de toda su acción, “hacer política con el pueblo” atribución que proviene de nuestra historia, nuestra riqueza cultural milenaria y de nuestra fecunda historia política de lucha por la libertad democrática.
El humanismo mexicano pone adelante el bienestar social con el aumento a los salarios mínimos que rondarían en el 20 por ciento, algo no visto en los 36 años de gobiernos neoliberales en los que los aumentos no pasaban del 4 por ciento porque, decían, más aumentos implican inflación, y así mantenían a un pueblo hambriento, malnutrido y proclive a las enfermedades y pandemias como la diabetes y otras.
Ahora el crecimiento económico debe ir acompañado por la justicia, no por lo cuantitativo sino por lo cualitativo afirma AMLO, la distribución equitativa del ingreso, la obligación del Estado, su fin prioritario es crear las condiciones para que la población viva libre de miserias, feliz, la estrategia fundamental de este gobierno para encaminarnos hacia el humanismo mexicano es primero los pobres porque eso es servir como prioridad a los más vulnerables, que es la obligación primordial del gobierno, según lo señala nuestra propia Constitución.
El humanismo mexicano es eso, transformar la realidad de la opresión y alcanzar el ideal de vivir una sociedad más justa, igualitaria y fraterna. Esa es la propuesta por un humanismo mexicano un ideal que, si avanza a todos nos irá bien, y el país estará mejor, trabajemos por la paz y la prosperidad.
AMLO pidió darle cuerpo a esa doctrina; sus bases están sentadas en las ideas que han movido al pueblo para ganar las elecciones y defender al gobierno por el que votó, se trata de principios éticos elementales, por mucho tiempo olvidados. No rendirse perseverar como lo ha hecho el movimiento con su dirigente, seguir adelante.
No podemos olvidar, al definir el humanismo mexicano, los Sentimientos de la Nación de Morelos, cuando dice que el fin de las leyes es moderar la opulencia y la indigencia.