La historia nacional se escribe a partir de hoy… ¡con otra pluma!
Tanto se dice que, las historias de los pueblos y las naciones del mundo, “las escriben los ganadores”. Y será porque es cierto.
Plasmar en la historia solo el punto de vista de una parte o peor aún, escribir lo que conviene a una facción, significa un sesgo criminal a los hechos y una traición a la patria.
En el México Post Revolucionario, una misma pluma escribió por 70 años y citó lo que le convino para perpetuarse. Hubo doce años de intervalo de tintero pero resulta que… era la misma pluma con otra tinta (así quedó demostrado en las alianzas electorales recientes).
La historia
Mucha gente cita la historia o rasgos de ella (tomando textos fuera de contexto). Millones ignoran la historia. Muy pocos la estudian a fondo, la explican.
Entonces ¿quién avala la historia nacional mexicana, como cierta?
La otra pluma
Yo no soy de los escépticos ni me embargan miedos de dictadores y mesías que nos acometen como nación. No disfrazo, en estos miedos, mi antipatía por algo o alguien, como hacen otros. Tampoco justifico de antemano acciones, modos o consignas de cosas no sucedidas.
Los periodistas en algo contribuimos (o debemos hacerlo) a reportar la historia diaria, los sucesos que la componen, para que quienes la escriben, no redacten solos. Yo, pienso remitirme a los hechos en este sexenio que inicia. Con ética y honestidad, como hago ahora, seguir escribiendo desde esta modesta trinchera editorial.
Renglones derechos
Ojalá que, ¡con la otra pluma!, se escriban renglones derechos.
Que la Historia de México, que de ahora en adelante se escriba, sea un espejo nítido de lo que sucede: sin cortapisas, falsas apreciaciones, ni menos aún, correspondan esas letras históricas, a adoctrinamientos o dogmatismos.
¡México, yo también creo en ti!