Se va Jorge Verástegui Saucedo de la SEFIR (Secretaría de Fiscalización y Rendición de Cuentas). Ya se usó por cuatro años el prestigio de don Jorge y sus antecedentes de tantos años en el Grupo Industrial Saltillo, emporio de la Familia López. Lo catapultan a la Secretaría de Salud a donde sí tendrá que ir a limpiar, como debió en la Ex Contraloría, donde solo avaló con su apellido y curriculum, el tránsito de la MegaDeuda y la danza transexenal de los millones.
Miren que nombres emblemáticos (como dijera aquel prófugo de Valle de las Flores). En los albores del gobierno de la gente, y de este que dice que tiene otra forma de gobernar, los Contralores y solapadores del negocio, han sido: Ismael Eugenio Ramos Flores (luego en SATEC, ahora en Finanzas), María Esther Monsiváis Guajardo (luego Jefa del Gabinete, ahora en Obras Públicas).
A la vuelta del sexenio del primer Moreira, y el debut del segundo Moreira, deja la COPARMEX Jorge Verástegui Saucedo y “toma las riendas” de la Contraloría (ahora SEFIR). Venía de dos décadas de ser Director de Relaciones Públicas del GIS. Ese cargo con los López representaba en el terreno, más roles de los que dice el cargo: Negociador sindical, representante ante el gobierno del estado, municipios y el federal, enlace ante cámaras y organismos empresariales, etc.
Jorge reunía los requisitos ideales al interés de Rubén: Prestigio, dominio de la administración, perfil bajo, negociador, hombre de familia y de la sociedad, apellido respetable, perfil profesional serio, relacionado con la IP y con el gobierno, asustadizo y comprometido; leal a sus devociones y jefes. Para rematar, a punto de ser despedido del Gis, ingratamente, por viejo e indemnizable, para el sistema de renovación y rescate que imperaba, ante la debacle financiera por superar.
Así llega Jorge a poner en orden el desorden, bien organizado que le dejaron “Chachín y Marucha”. Gris, opaco, cómplice y silente, así fue su paso por la SEFIR. Nada salió a la luz, nada limpió; el desorden continuó, ahora avalado por él. No ganó nada y sí, empeñó su prestigio y antecedentes ¿cómo recuperar lo perdido, es un caso para la araña?
Una crónica anunciada era la salida de Héctor Mario Zapata de la Garza de la Secretaría de Salud. Mario es un médico experimentado en lides políticas. Por décadas es dirigente de la Sociedad Estatal de Padres de Familia. A su llegada a Salud encontró apoltronado al “Tranqui”, Muñoz Botello, en la Oficina Administrativa del sector.
Había sido corrido de la Procuraduría del área similar y su mamá, María Esther Monsiváis lo manda a salud “a amarrar las manos” al Ex titular, el Proctólogo Lauro Cortés (médico de cabecera del aún gobernador,) ¿Pero quién le amarra las manos al Tranqui? Antes había sido Director de Obras Públicas del Municipio “al servicio” de Jericó Abramo Masso, a expensas de la misma madrina, quien lo trajo de su natal Chihuahua. Interesante idea esa de Marucha de controlar a los Jefes Administrativos de las dependencias estatales.
Ahora que se suscitan las muertes en el Hospital del Niño, ominosas fallas del sistema que cuestan vidas de infantes, en el Centro Especializado que supone su salvaguarda médica y de salud, era el momento idóneo para sacrificar a Zapata de la Garza, ya incómodo al modo de Marucha y del Jefe de Monsiváis Guajardo. Y adivinen, era el momento idóneo para sacar a Verastegui de la Contraloría y mandarlo a “sacar el buey de la barranca” en salud
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Nadie duda de la sagacidad de Rubén Moreira y de cómo usa a la gente, pero el maquiavelismo y la cicuta, también van en el paquete de las decisiones.
Pero sigan adivinando, llega a suplir a Jorge Verástegui, Carlos Cabello Gutiérrez, el tío del socio y operador favorito de Rubén, Armando Luna Canales. “El Pelos”, apodo desde niño, por lo de Cabello, es primo hermano de Eglantina Canales Gutiérrez y de “La Coneja”, Alejandro Gutiérrez Gutiérrez. Círculo cerrado para protección del rastro de la Deuda y del dinero
¿Sabrán acaso los Gutiérrez a la fiesta que los están invitando y cuál rol jugarán en el convite, supondrán que en esa fiesta los anfitriones ya tienen diez años bailando?
Lo que sabe Verastegui de la deuda lo hace experto en medicina (en medina pública). Lo que sabe y goza Ismael de la deuda lo hace Ministro de las Finanzas. Lo que sabe y goza Marucha de la deuda la hace Secretaría de Infraestructura
¿a Cabello Gutierrez le ofrecerían alguna dependencia magnífica en el sexenio imaginario de Armando Luna como gobernador?
El juicio de la historia los juzgará a todos por cómplices. La lumbre que viene azuzada desde Texas, por la vía ibérica, quemará pronto sus conciencias, apellidos y carreras, y no sólo ahumará los expedientes sustituidos por ellos, sino que los construirá.
Los contralores de la Deuda, es un expediente abierto en “los otros querellados, los Conspiradores”. El fuego amigo atizará más la lumbre. El incendio está por mostrar sus altas llamaradas y su intención piromaniaca.