El incendio que empezó por un descuido lamentable, en el basurero de la empresa minera La Encantada. Fuera de control siguió hacia la gran Sierra de Santa Rosa, esa muralla que enmarca a Múzquiz, “la tierra de generales”.
“La Encantada Procesadora de Minerales SA de CV. La concesionaria es la canadiense: First Majestic Silver Corp. SA de CV”. Una mina de zinc, plomo, plata… y oro. Sí, esa demandada por el SAT porque no paga impuestos.
Horas aciagas
Del 14 Regimiento de Caballería, permanente en la ciudad, trabajadores de La Encantada y de la CONAFOR se enfrentaron al incendio forestal que diezmaba la sierra.
El sábado 13 de marzo, por la noche, inició el incendio. El turno nocturno de la empresa alertó a las autoridades… Todo se había salido de control. Las llamas eran incontrolables y la lumbre acababa con matorrales, pinos y encinos.
El calor no ayuda y la seca acumula material que alimenta los incendios. Pero la mano del hombre parece complicarlo todo y vino la desgracia.
Hasta la mina, ubicada a cerca de 300 kilómetros del pueblo, se acercaron los brigadistas, las horas transcurridas eran hectáreas de sierra perdidas. La quemazón estaba fuera de control y la entrañable sierra de Santa Rosa sufría el calor abrasante. El aire corría y las llamas aumentaban, no se le veía fin al incendio, que como el aire, corría furioso entre las ramas de los árboles.
La gente de las dependencias hacía su trabajo, sabían qué hacer y la dirección de El Ejército dio resultados: El Plan DNIII… tractores y camiones de la empresa y de la milicia tumbaban el monte en estrategia cortafuegos: Brechas cortafuegos lo suficientemente amplias para evitar que las llamas avanzarán consumiendo todo a su paso.
Horas aciagas, 20 o mas, de intenso trabajo duro, lograron controlarlo. El tiradero al aire libre de la mina, fue la génesis del incendio.
Amenaza de volver a prenderse la sierra es vigente. Nada puede hacerse dese abajo sino evitar se prendan mas sitios por la mano del hombre. La temporada de incendios forestales apenas empieza y ya los daños se cuentan por cientos de hectáreas siniestradas en las sierras de Coahuila.