Prestadores de servicios turísticos, especialistas y dependencias públicas se coordinan para brindar una estupenda estancia a las ballenas y una agradable experiencia a los visitantes.
Cada año imponentes ballenas jorobadas cruzan por el Pacífico Mexicano, procedentes de la Antártida, arriban en busca de la calidez de sus aguas, en donde permanecen apacibles cuidando a sus crías. La costa oaxaqueña se alista para atender a esta especie migratoria que cruza en aguas abiertas desde los meses de diciembre a abril.
Para lograr una estupenda estancia a las ballenas y una agradable experiencia a los visitantes que esperan la temporada de avistamientos se coordinan prestadores de servicios turísticos, especialistas, dependencias públicas y voluntarios en Santa María Huatulco, San Pedro Pochutla y Santa María Tonameca.
Raúl Sinobas, delegado de la Secretaría de Turismo de Oaxaca informó que las autoridades federales y estatales en coordinación con la sociedad civil son parte de la Red de Asistencia a Ballenas Enmalladas (RABEN) de la costa de Oaxaca, trabajan para evitar que las ballenas jorobadas, también conocidas como yubarta, no sufran ningún percance ni sean molestadas.
“La Comisión Ballenera Internacional, a través de Astrid Frisch Jordán y Karel Beets nos capacitaron en las técnicas para la atención oportuna ante una eventual contingencia (enmallamiento), derivado de avíos de pesca que sitúen en peligro la vida de los cetáceos”.
La capacitación teórica y práctica organizada por el Parque Nacional Huatulco dependiente de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), a cargo de su titular Edmundo Aguilar, permitió a los 20 asistentes actualizarse en las herramientas y los protocolos para salvar la vida de la especie marina migratoria sin poner el riesgo la vida de los voluntarios.
Así por ejemplo se profundizó en el tipo de redes que interactúan y causan los enmallamientos, dónde, cuándo y cómo se enmallan las ballenas jorobadas, y “el trabajo conjunto con las cooperativas que acompañan los recorridos”.
Después conformados en equipos se hicieron a la mar en cuatro embarcaciones menores y durante seis horas realizaron un simulacro, que tuvo como resultado la liberación exitosa del cetáceo.
El cinco de diciembre se tiene previsto que iniciarán oficialmente la temporada de ballenas jorobadas en la costa oaxaqueña.
Los visitantes deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones con las que se garantizará un agradable avistamiento:
- Las embarcaciones destinada a este propósito deben portar distintivo de autorización, asimismo, el operador está obligado a proporcionar salvavidas.
- Respetar el horario permitido para que las embarcaciones realicen el avistamiento por día.
- El acercamiento debe realizarse lento, de forma paralela y siempre por detrás.
- Indispensable mantener una distancia de 200 metros sobre los mamíferos.
- No molestar a las hembras con sus ballenatos.
Excélsior