Cuando vayan mal las cosas. Rudyard Kipling

Cuando vayan mal las cosas

como a veces suelen ir,

cuando ofrezca tu camino

solo cuestas que subir,

cuando tengas poco haber

pero mucho que pagar,

y precises sonreír

aun teniendo que llorar,

cuando ya el dolor te agobie

y no puedas ya sufrir,

descansar acaso debes

¡pero nunca desistir!

Tras las sombras de la duda

ya plateadas, ya sombrías,

puede bien surgir el triunfo

no el fracaso que temías,

y no es dable a tu ignorancia

figúrate cuán cercano

pueda estar el bien que anhelas

y que juzgas tan lejano.

Lucha, pues por más que tengas

en la brega que sufrir,

cuando todo esté peor,

más debemos insistir.

Si en la lucha el destino te derriba,

si todo en tu camino es cuesta arriba,

si tu sonrisa es ansia satisfecha,

si hay faena excesiva y vil cosecha,

si a tu caudal se contraponen diques,

Date una tregua, ¡pero no claudiques!

Compartir