Hoy 04 de marzo de 2019 la UNIVERSIDAD AUTÓNOMA AGRARIA ANTONIO NARRO cumple 96 años.
La Historia
El 4 de marzo de 1923 fue fundada en Saltillo la Escuela Regional de Agricultura Antonio Narro con el principal objetivo de preparar jóvenes en una disciplina profesional para las labores del campo. En 1938 cambió su nombre a Escuela Superior de Agricultura Antonio Narro (ESAAN) y, con el marco de la celebración del aniversario 70 de su fundación, el 4 de marzo de 1975, se convirtió en la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro.
¿Quién fue Don Antonio Narro?
Antonio Narro Rodríguez Nació el 4 de febrero de 1840, en la ciudad de Saltillo Coahuila, hijo de don Antonio Narro García y Carmen Rodríguez. Del matrimonio también nació una hermana mayor llamada Trinidad. Antonio estudió las primeras letras en Saltillo. Siendo niño quedó en la orfandad y apoyado por su cuñado Enrique Maas, acudió a los Estados Unidos y Europa para estudiar agricultura y teneduría de libros.
Antonio pronto se distinguió en los negocios gracias a su esfuerzo y empeño pronto logró hacerse de una considerable fortuna y de un patrimonio basado preferentemente a las labores agrícolas.
Sin hijos y sin descendencia, se dedicó a hacer el bien en Saltillo, un hombre visionario y comprometido con el campo.
La ex hacienda de Buenavista. Un lugar histórico por excelencia. Lugar y paso obligado para la Nueva Vizcaya y Zacatecas por ahí pasaron las tropas insurgentes de Hidalgo y Allende. En su suelo hubo una batalla el 21 de febrero de 1847, cuando mexicanos y norteamericanos se enfrentaron en la famosa batalla de la Angostura.
Antes de morir, Antonio Narro Rodríguez había legado la parte substancial de su fortuna personal, la Hacienda de Buenavista y 22 mil pesos, el valor de seis propiedades urbanas en la ciudad de Saltillo para la constitución de una escuela de agricultura.
Por esas fechas, su hermana Trinidad Narro Rodriguez viuda de Maas testó en igual sentido. Su fortuna, mucho más considerable que la de Don Antonio y debía ser aplicada a la creación y sostenimiento de una Escuela de Artes y Oficios en la ciudad de Saltillo.
Ambos legados quedaron en manos de Francisco Narro Acuña, primo de los filantrópicos hermanos Narro. En su calidad de albacea de ambos patrimonios, realizó estudios y gestiones y obtuvo los acuerdos para destinar ambas fortunas en forma conjunta, a un solo gran proyecto que diera cabal cumplimiento a la voluntad de los mecenas.
Felicitamos afectuosamente a toda la comunidad de La Narro.
El equipo de ColumnasdeMexico.com