Damnificados e incertidumbre

Hoy se cumplen 365 días de aquella fatídica fecha, 19 de septiembre (19S) de 2017, y a manera de conmemoración la alarma sísmica sonará en la CDMX a las 13 hrs. El recuerdo revivirá el miedo y la tristeza por los 319 víctimas mortales del sismo y por las pérdidas materiales incalculables; fatal coincidencia con el temblor catastrófico de 1985, nubes de polvo, el olor a gas, los gritos de auxilio y después la lucha de los damnificados por la reconstrucción que se ha prolongado durante todo el año porque los gobiernos no han querido responder.

Las heridas siguen abiertas y muchas de las familias afectadas están viviendo en carpas donadas por China, todavía son muy numerosos los que viven en la calle y hay casos en los que fallecieron decenas de personas, como en la calle Bolívar 168, un edificio de 4 pisos que era un taller de costura en el que trabajaban 50 mujeres de las que fallecieron 21. Era viernes, el terremoto alcanzó los 8.2, grados fue uno de los más intensos en varias décadas, más que el de 1985 y de éste aún no se recobran totalmente los daños sufridos.

Desde la tragedia del 19S, mes con mes los damnificados realizan manifestaciones de protesta por la falta de ayuda de los gobiernos de las delegaciones de la CDMX, los bloqueos a las calles por reclamos de incumplimientos han sido continuos.

Esta semana un conjunto de organizaciones civiles presentaron un informe denominado, Documenta desde Abajo, en el que se muestran testimonios pormenorizados de las afectaciones a los damnificados por las omisiones de las autoridades y exigen que el próximo gobierno de la CDMX cumpla con los planes para la reconstrucción de las viviendas de los afectados por los sismos sin endeudamiento ni demora.
Las brigadas de defensores de derechos humanos formadas también por académicos y estudiantes visitaron campamentos y albergues de diversas delegaciones en los que encontraron la clausura de los albergues oficiales de los que numerosos damnificados seguían requiriendo, igualmente se denunció la inactividad de las autoridades para el rescate, resguardo y búsqueda de objetos personales, la falta de elaboración de dictámenes y decisiones oportunas para la reconstrucción, mayormente en las delegaciones pobres y periféricas como Xochimilco, Tláhuac, Iztapalapa, Milpa Alta y otras que presentaron ausencia de vigilancia y provisión de servicios como agua, drenajes, electricidad y vías públicas.
Ante las fallas, omisiones, inacción y corrupción del Estado las organizaciones exponen que es indispensable recabar la información e identificar los daños de manera independiente, directa y veraz por parte de los afectados a fin de exigir justicia.

El informe señala que los recursos proporcionados por el gobierno a los damnificados resultaron totalmente insuficientes, sólo 3 mil pesos para la reconstrucción por lo que se les privó del derecho a una vivienda digna, además del mal trato y desatención a los más vulnerables, como mujeres, niños e indígenas.

Los daños psicológicos, a veces imperceptibles son tan graves como los patrimoniales, el desempleo y el empobrecimiento generalizado de los afectados.
La catástrofe del 19S no ha terminado, pero los responsables de auxiliar a los damnificados andan muy campantes disfrutando de sus nuevos puestos véase a Miguel Ángel Mansera ahora flamante senador. Y vaya que no tratamos el problemón de los damnificados de Oaxaca tan dramático como el de la CDMX, ni Piedras Negras y Torreón.

Posdata
Hoy se abre el Foro, Escucha Saltillo 2018, cuyo objetivo es iniciar la consulta para la construcción de la paz y la reconciliación nacional, el diálogo se realizará en la Sala de Seminarios Elías Talamás, de la Unidad Camporredondo de la UAdeC. Es una gran oportunidad de construir consensos para alcanzar la justicia transicional, sin la cual no habrá paz social.

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