Hace unos días, dos semanas si acaso para no abusar del tiempo ni del espacio, el pasado 24 de abril (para ser metódica y asquerosamente exacta), un grupo inmenso de mujeres marchó por todas las ciudades del país, hablaban de una verdad que era la suya y que en un simple frase resume el terror que muchas de ellas han vivido en carne propia: #VivasNosQueremos, se convirtió en una marejada de color blanco con violeta, a través de la cual mujeres de cuarenta ciudades al menos salieron a las calles a manifestar su descontento por la situación de inseguridad que viven en este hermoso país, el de Pedro Páramo, el de Juan Rulfo, el de Octavio Paz, en el que tal vez de vez en cuando se le presta atención a un que otra Frida y una que otra Sor Juana, y que por medio de cuotas de género partidistas trata de hacernos creer que ya evolucionamos y que estamos con un piecito en ese primer mundo que no admite mujeres golpeadas, ni sobajadas, y mucho menos pobres…
La realidad de la mujer mexicana va mucho más allá de las escalofriantes e inexistentes cifras reales sobre muertas y desaparecidas, tiene que ver con todos aquellos hogares que no volverán a contar con la sonrisa de alguna de ellas, con sus gritos, con sus llantos, pero sobre todo con sus sueños.
Las muertas de Juárez destaparon una cloaca de corrupción, asesinatos, e indefensión de mujeres que eran maltratadas, violadas, asesinadas, y desaparecidas; en muchas ocasiones alejadas de sus lugares de origen, en la búsqueda de oportunidades de trabajo que les permitieran mantener a sus familias para encontrar en lugar de un sueño cumplido a la muerte.
Las muertas de Juárez nos parecían a aquellas que vivimos al centro del país a veces tan dolorosas, a veces tan lejanas, a veces tan irreales, claro es que la realidad que nosotras enfrentamos día tras día, era tan diferente, tan alejada de la barbarie de la frontera y sin embargo tan cercana al dolor de perder todos los días a una hija, a una amiga, a una hermana y porque no a una madre.
Luego poco a poco esa realidad comenzó a acercarse, y nuestra zona de confort comenzó a llenarse de miedo. Primero rumores, luego aparentes hechos aislado y comenzamos a escuchar noticias de mujeres “desaparecidas” que como mal truco de magia terminaban por aparecer, muertas, violadas o desmembradas, los canales comenzaron a infestarse de cuerpos “irreconocibles” y de realidades que eran negadas como si el sol pudiera taparse con un dedito.
Llegamos al invierno de nuestro descontento y a darnos cuenta de que las muertas de Juárez estaban lejanas de la realidad que durante los últimos 20 años ha vivido el Estado de México, la necesidad de aceptar a pesar de los pesares y de que hubo quienes trataron de evitarlo la Alerta por Violencia de Género en 11 de los 125 municipios de la entidad, entre los que por supuesto se encuentra la capital de Estado, y digo por supuesto ya que el pasado 5 de mayo fue asesinada a golpes y con arma blanca la Doctora Verónica Iniestra, y sobre la cual la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) ya realiza por homicidio y feminicidio de la doctora de 42 años y quien viviera en el fraccionamiento Villas Santín 2 perpetrado el jueves 5 de mayo, y del cual los vecinos reportan haber visto acompañada de su pareja sentimental un día antes del homicidio.
Con lo terrible que es saber que un ser querido ha muerto, mucho peor debe ser para una hija encontrar el cuerpo sin vida de su madre en el lugar en el que vivía, ya que no tuvo respuesta al llamar en repetidas ocasiones a su madre, acudiendo al inmueble para encontrarlo en desorden y solicitar el auxilio de los vecinos.
Al lograr ingresar al mismo encontraron el cuerpo inerte en la habitación, percatándose de la existencia de sangre desde la recámara hasta la sala y /o viceversa.
Desde el momento en que al presunto responsable, quién está siendo acusado de robo, y podría aparentemente salir libre bajo fianza, el movimiento en redes sociales por medio de grupos que exigen justicia para la joven doctora y que
señalan como presunto responsable de la comisión del delito a su pareja sentimental no han cesado de ocurrir.
Deseo como mujer que haya una pronta revisión de este caso con su correspondiente consecuencia, que sin embargo no habrá de devolverle la vida a la mujer que fue Verónica Iniestra.
Desde el momento en que al presunto responsable, quién está siendo acusado de robo, y podría aparentemente salir libre bajo fianza, el movimiento en redes sociales por medio de grupos que exigen justicia para la joven doctora y que
señalan como presunto responsable de la comisión del delito a su pareja sentimental no han cesado de ocurrir.
Deseo como mujer que haya una pronta revisión de este caso con su correspondiente consecuencia, que sin embargo no habrá de devolverle la vida a la mujer que fue Verónica Iniestra.
El presunto culpable de la muerte de la doctora ya ha sido detenido, pero ahí no terminan las cosas. Los hechos antes mencionados no son hechos aislados, por la mañana se circuló en redes sociales un vídeo de un acoso explícito a una mujer que viajaba en un vagón del Metro de la Ciudad de México, siendo la única pasajera en el convoy, junto con un hombre más que ahora es conocido como #LordDominico y que al notar su soledad y probable vulnerabilidad al estar con un hombre dentro de un vagón (¡qué triste tener que vivir así, como si estuviéramos rodeadas de cavernícolas y no de hombres evolucionados y pensantes) comenzó a utilizar su teléfono para grabar al hombre, documentando de esta manera el momento en que se acerca para mostrarle su pene… Resulta por demás decepcionante que en pleno siglo 21 sigamos gobernados por una incipiente falocracia que da al traste con todos los discursos de avances, igualdad y hasta triunfalismos primer mundistas wannabe.
La mujer por supuesto se puso de pie y accionó la palanca de pánico, ante lo cual el cobarde agresor se alejó hacia la puerta contraria donde fue detenido y pasó 48 horas en los separos por su agresión, resulta paradójico el hecho de que a la hora de ser trasladado hacia el ministerio público el agresor, la denunciante tuviera que viajar en la misma patrulla.
¿Inconsistencias del sistema? ¿Falta de patrullas de la Delegación Iztapalapa? ¿Simple estupidez? En un hecho tan simple encontramos la razón del porqué de la falta de denuncias y de la impunidad que prevalece.
La vida debe continuar y el mejor homenaje que como mujeres podemos darle a otra mujer es abrazarla y decirle Inlake’ch Yo soy Otra Tú, me duele lo que te sucede, pero no estás sola.
¿Inconsistencias del sistema? ¿Falta de patrullas de la Delegación Iztapalapa? ¿Simple estupidez? En un hecho tan simple encontramos la razón del porqué de la falta de denuncias y de la impunidad que prevalece.
La vida debe continuar y el mejor homenaje que como mujeres podemos darle a otra mujer es abrazarla y decirle Inlake’ch Yo soy Otra Tú, me duele lo que te sucede, pero no estás sola.
Continuaremos informando al respecto, con la esperanza de que las mujeres del Estado de México y del país podamos vivir de manera tranquila y con la seguridad que nos merecemos.
Nos Queremos Vivas, nos queremos vivas ¡Ya!