Hay días que fueron hechos para reconocer la labor de alguno de los seres que conformamos a la sociedad: existe el día del escultor, el día del abogado, el día de las madres, el día de la familia y desde hace algunos años cuarenta y uno para ser más exactos ya que desde 1975 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas declaró el 8 de marzo como día Internacional de la Mujer, para más adelante en 1977 declarar al mismo 8 de marzo el Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
Mucho se ha especulado sobre la legitimidad o no de “celebrar” esta fecha, ya que mientras para algunos es un buen momento para reconocer la labor de la mujer en la sociedad, para otros tantos no es más que la conmemoración de un acto de lesa humanidad en el que más de 140 jóvenes mujeres trabajadoras perdieron la vida en un terrible incendio en la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York, demostrando de esta manera las inhumanas condiciones en las que muchas mujeres trabajaban en un fábrica en la que permanecían encerradas y de la cual no pudieron escapar durante un incendio. Cabe mencionar que este evento tuvo una enorme repercusión en la legislación laboral de los Estados Unidos y en las celebraciones del día Internacional de la Mujer.
Este 8 de marzo nos encuentra con varios factores interesantes:
1. Vivimos en un estado que ha declarado desde julio del 2015 Alerta por Violencia de Género en once de sus ciento veinticinco municipios, entre ellos su ciudad capital, lo cual supone un enorme avance ante una realidad que muchos se negaban a aceptar.
2. En lo que va del año se han reconocido más de 30 feminicidios lo cual es un indicador por demás espeluznante de la realidad que viven muchas de las mujeres en nuestro país.
3. Se han implementado más de una treintena de acciones para erradicar la violencia de género en el Municipio de Toluca y se ha implementado un Observatorio Ciudadano tendiente a evaluar y a estar al pendiente de los eventos violentos que generan inseguridad y que no permiten que las mujeres vivamos de forma óptima en nuestro municipio. La primera acción es reconocer que algo sucede para ser capaces de corregirlo y en su momento de erradicarlo.
4. Todo lo anterior es también un síntoma de la descomposición del tejido social al que nos enfrentamos no sólo a nivel nacional, sino internacional, de la falta de compromiso como padres de familia en la educación de nuestros hijos y de la inminente necesidad de concientizarnos de este tremendo error y dar un cambio completo a la manera en que hemos estado haciendo las cosas: “locura es hacer la misma cosa y esperar un resultado distinto…” (Albert Einstein), si realmente deseamos cambios de fondo, la labor también debe comenzar en nuestros hogares.
La implementación de políticas públicas y de leyes que aseguren un trato igualitario y una equidad de género más allá de nuestra carta magna, resulta de suma importancia, pero continuará siendo una utopía mientras no seamos capaces de asegurar ese trato y esa igualdad a nuestras niñas en nuestras propias casas, mientras sigamos estereotipando y fomentando los roles que nos dividen y no nos permiten convivir de manera armónica.
5. La posibilidad real de contar con una nueva gobernadora en el estado de México posterior a las declaraciones de la Lic. Carolina Monroy del Mazo en el evento del 29 de febrero en el que reconoció sus aspiraciones a la gubernatura y que después de la impecable labor que ha realizado la dejan como una opción viable.
6. El hecho de que sea una mujer la opción para vencer a Trump en los comicios de los Estados Unidos, reviste de mística y de esperanza la posibilidad de cerrarle el paso a la Casa Blanca a este hombre que ha demostrado su ignorancia, falta de tacto e intelecto en cada una de sus declaraciones.
7. El artero asesinato de Bertha Cáceres la semana pasada en Honduras y la exigencia a nivel internacional del esclarecimiento del mismo.
8. La presentación de la Red Violeta el día de ayer 7 de marzo en el Estado de México la cual surge desde la sociedad civil para asegurar y dar acompañamiento a todas aquellas mujeres que sean o hayan sido violentadas de una o de otra manera y que con la implementación de la ley Bolsillo y el Silbato de Seguridad estará dando mucho de que hablar.
Este 8 de marzo de 2016 es un momento genial para reflexionar sobre los avances alcanzados que antes no eran ni siquiera imaginables y que hoy son una realidad, y a pesar de lo ingenuo que pudiera llegar a sonar de CELEBRAR nuestra existencia y la posibilidad de continuar construyendo ese MÉXICO del que nos sentimos y sentiremos orgullosas por Patria y por Provincia, siendo valientes, determinadas, y capaces de seguir jugando un papel clave en la historia de nuestras comunidades aportando todos los días con nuestro trabajo, nuestra honradez y nuestra pasión por todo lo que realizamos.
El 8 de marzo la observancia de las Naciones Unidas reflexionará sobre cómo acelerar la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible para impulsar la aplicación efectiva de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible. Asimismo, se centrará en nuevos compromisos de los gobiernos bajo la iniciativa «Demos el paso» de ONU Mujeres y otros compromisos existentes en materia de igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres y los derechos humanos de las mujeres.
Es de suma importancia no perder de vista los objetivos clave para la Agenda 2030, algunos de ellos son
• Para 2030, velar por que todas las niñas y todos los niños terminen los ciclos de la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad y producir resultados escolares pertinentes y eficaces
• Para 2030, velar por que todas las niñas y todos los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y a una enseñanza preescolar de calidad, a fin de que estén preparados para la enseñanza primaria
• Poner fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y las niñas en todo el mundo
• Eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación
• Eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado y la mutilación genital femenina.
Ser mujer no es una elección, es una circunstancia al igual que ser hombre, de nosotros depende que sea un placer y no un martirio y si queremos vivir en un mundo mejor será también nuestra obligación formar generaciones responsables y respetuosas del otro sin importar al género al que se pertenezca.
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