De mal en peor

Este gobierno de Coahuila va de mal en peor. Miguel Riquelme no da una y su imagen pasa del mal gobierno al mandato represor.

Las imágenes denigrantes de las que fuimos testigos, donde el gobierno reduce y coarta libertades al Magisterio Disidente, por reclamar el saqueo y el maltrato de un Moreirato ampliado (13 años aciagos), nos llenan de coraje y de vergüenza.

Esa infame policía, que debió protegerlos, aun del gobierno envilecido, debe ser encarcelada.

Los maestros saben que Miguel Riquelme no se manda solo y que sus acciones cobardes son motivadas por encargos vergonzantes de patrones inhumanos. Saben que el congreso es una oficina mas del desprestigiado PRI-Gobierno y que la oposición ahí, está subyugada y abaratada.

No hay dinero para reparar el daño a los profesores que mueren sin pensión y sin salud, pero hay para comprar camionetas blindadas y para viajar a cuerpo de rey, en misiones de turismo gubernamental, disfrazadas de comerciales. Para estrenar chalecos en eventos y tratar de borrar la imagen de aquel hijo… de Brooks Brothers, en versión tres X Large.

El origen

Hemos olvidado que el sexenio de Enrique Martínez y Martínez (1999-2005) dejó “deuda cero”, y que su sucesor, Humberto Moreira (puesto por Enrique Martínez), la llevó hasta más de 37 mil millones. Entonces, los hermanos Moreira que se heredaron el poder, no pagaron un centavo al capital y tras doce años de lapidante Moreirato, se pagan 25,000 millones de intereses moratorios y la deuda escala los 40,000 millones.

La carga que lleva acuestas el gobernador, cual mula de Los Moreira, lo tiene jorobado. Se aferra a clavos ardientes, como el Fracking, para recibir limosnas de las empresas trasnacionales. Y aun con sus defensas burdas, la losa pesada cae sobre los ilusos (y golosos) ante el mensaje de ayer en SLP, del Presidente Electo, de #NoAlFracking.

Los pocos millones “sobrantes”, que derivan de impuestos locales que heredó de Rubén Moreira, el impositivo, son mal gastados en una nómina obesa que pandea la estructura de finanzas, en gasto corriente que dilapida lo poco que pudiera invertirse en obras, y en el costo del “voto duro del PRI” que mantiene a líderes y a pránganas a costa del erario.

La carga del servicio de la MegaDeuda, otra herencia maldita, dificulta el paso, y la Alerta de no Endeudamiento en 2018, impuesta por SHCP, nos salva por poco de la tentación de los empréstitos salvavidas, de los endeudamientos irresponsables. Aun así, este extraviado desgobierno ya la violó, y pidió 950 millones prestados, a 15 días de llegar e insiste en reestructurar la deuda y mandarla a más alargado plazo (ya va en 30 años). La salida es decir que “mejorarán la tasa y las condiciones”, pero de eso no hay nada. Es un camino truculento para recibir de los bancos dinero sordo cargado al bulto de deuda y al cabo le suben a los moratorios, por supuesto a espaldas del pueblo.

El desprestigio

Quemados en el país y desprestigiados en el mundo, por la inseguridad y los episodios de muerte, como Allende, Patrocinio y el Penal de Piedras Negras, estamos los coahuilenses, gracias a un gobierno corrupto y criminal, de Moreira y de Riquelme.

La inmundicia salpica y contamina el buen nombre del estado, que hoy se arrastra por el suelo cochino. Los Moreira tienen la piel gruesa y los bolsillos amplios. La crítica no les duele y pagan con el dinero robado, a tinterillos aduladores y a cómplices en el gobierno y hasta al corrupto Peña Nieto.

Riquelme forma parte del negocio. Su servilismo lo ubica en el heredero tapadera. Enriquecido, Miguel con dinero de los torreonenses, ahora también le pega tela a sus amplios bolsillos y se lleva todo lo que puede y al cabo “quemados ya están todos esos pillos sinvergüenza”.

Simulando

No hay gobierno ni hay dinero.

No hay obras nueva y se gasta en levantar los elefantes blancos y las obras (en obra negra y debiendo muchos millones) que dejó tiradas Moreira.

Todo es propaganda y maquillaje: Cortan listones, regalan sillas de rueda. Para dar mil pesos gastan otros mil en un chequesote de cartón de metro y medio, todo para la foto. Son patéticos al grado de ir a robar reflector a los alcaldes hasta para coronar las reinas de la feria.

Mas simulación y musiquita barata de publicidad del gobierno, en la radio, nos esperan en los cinco largos años y meses que le quedan a este desgobierno, del Moreirato ampliado.
Y eso si terminan, hay quien apuesta a que Miguel Riquelme, ante el fracaso y la presión, renuncia antes.

Un gabinete pletórico de emisarios del pasado, no augura nada mas que mediocridad y cinismo. Nada podemos esperar de este gobierno, nada más que dejar a Moreira seguir mandando y saqueando.

¡De mal en peor y represores! No hay más que agregar.

Compartir