Quienes escribimos y tenemos la fortuna de ser avecindados de esta tierra bendita que es Coahuila, poco nos ocupamos de los municipios pequeños que conforman la entidad, muchos con escasa población, sin embargo quienes son oriundos de ellos retornan, reviven sus raíces y agradecen lo que son ahora, gracias a sus ancestros.
San Buena, como se le conoce coloquialmente, es un municipio fundado en la segunda mitad del año 1 600 por Fray Juan de Larios y dos frailes más, actualmente cuenta con poco más de 22 mil habitantes, recientemente la presidenta municipal Gladys Ayala (primera mujer alcaldesa) ofreció un merecido homenaje de reconocimiento a dos distinguidos ciudadanos oriundos del municipio, ellos fueron, nada menos que el Dr. Mario Alberto Rodríguez Casas actual Director del Instituto Politécnico Nacional y al Dr. Enrique de la Garza Toledo, Sociólogo, Investigador y Catedrático de la Universidad Metropolitana.
El Dr. Mario Alberto Rodríguez Casas, ingeniero bioquímico, Director del IPN por el periodo 2017-2020 de una de las instituciones de educación media superior y superior de mayor prestigio y trascendencia en el país se ha desempeñado como servidor público ocupando los cargos de director corporativo de Finanzas y Administración del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), de administrador de finanzas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y docente-investigador de varias universidades, expresó su agradecimiento a la alcaldesa y a los sanbonenses.
Por su parte el doctor en sociología, especializado en estudios del trabajo, Enrique Modesto de la Garza Toledo, con amplios estudios en las universidades nacionales y extrajeras es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel III, ha recibido 20 premios y el que me interesa destacar es el Premio Nacional de Ciencias y Artes (2009), las publicaciones de Enrique de la Garza son innumerables, imposible mencionarlas en este breve espacio; el doctor De la Garza Toledo comenta que formó parte del movimiento estudiantil del 68 y del 10 de junio siendo estudiante en Nuevo León y que con otros alumnos se vinculó con los de la UNAM y estuvo por primera vez en la cárcel de San Buena por reclamar la utilidad de la famosa feria de ese lugar y otras 2 en monterrey, con otros estudiantes por participar en la lucha estudiantil nacional.
De la Garza narra que para realizar sus estudios de maestría y doctorado le fue imperativo trabajar y gracias a su espíritu de lucha pudo salir adelante, con muchos de sus compañeros, aunque algunos de ellos perdieron la vida en la batalla por la libertad y la democracia.
En alguno de sus textos De la Garza relata: En México la sociología del trabajo data de los años setentas e inicialmente se reducía al estudio de la Historia del Movimiento Obrero. Acudió a la Universidad de Berkeley, California como profesor visitante, ahí recibió el Premio Nacional de Investigación de Empresas y Trabajadores en México al inicio del siglo XXI y en 2002, ya estando en México fundó el Instituto de Estudios del Trabajo A.C. apoyado por la AFL-CIO, la más importante central sindical norteamericana.
El Instituto ha realizado un gran trabajo de investigación y difusión del movimiento obrero y Enrique transitó por el Colegio de México y por algunas universidades del mundo aprendiendo con ahínco sobre los cambios sociales que nacional e internacionalmente se presentaban, hasta llegar a la Universidad Autónoma Metropolitana y como Neruda, confiesa que ha vivido, ha odiado y amado, construido y destruido, como lo hacen los de San Buena, sostiene en su discurso de agradecimiento a los sambonenses.
Por mi parte, tengo el orgullo de decir que Enrique de la Garza, fue mi maestro en la UNAM cuando yo realizaba la maestría en sociología y entonces él impartía, historia del movimiento obrero mexicano. Felicitaciones Enrique.