Debate. Confrontación y lucha.

En todos sus significados debatir implica una contienda donde se defienden razones opuestas, en un debate de candidatos para gobernar un estado, siempre la razón en conflicto debe ser “Yo soy la mejor alternativa para gobernar”.

En la era de la información, los electores podemos consultar entre verdades y patrañas lo necesario para entender qué hace a alguien viable para tomar las decisiones que marcaran el rumbo del pueblo por los siguientes seis años, y si la vergüenza no los detiene, tal vez el endeudamiento de algunas décadas más.

Los gobiernos de la actualidad tienen como distintivo una fabulosa capacidad de robar, no ponen límites a su ideal de perpetuarse en el poder y creen su prerrogativa hacer con el patrimonio, las vidas y las libertades de quienes habitan sus principados, prácticamente cualquier cosa.

El modelo de gobierno en la actualidad usa como pedigrí la marca de un partido y una retórica confusa que determinan de derecha o de izquierda, aunque la única verdad en este país donde se cosechan fortunas espectaculares con la mano del gobierno en turno, sigue coqueteando hasta en las derechas, con un mohoso y maloliente izquierdismo, donde el discurso del combate a la pobreza, y la bandera de la justicia social, solo sirven para justificar la dádiva y con ello la compra de conciencias, acto denigrante que confunde a las personas, escondiendo que su prosperidad solamente debe provenir de la inteligencia que se produce con preparación; la creatividad que surge de la curiosidad y la investigación; y la productividad que se consigue uniendo las anteriores cualidades con trabajo entusiasta y colaborador.

A la hora de dar las caras podemos ver que las ideologías no tienen nada que ver con los rostros que observamos, las teorías económicas y los modelos de gobierno de quienes suponen que El General Castro era bueno, hablando sin exageración, se ven ahogadas por asesores que se mueven entre caballos de salto, suegros de acaudalados zares de la comunicación y candidatos que ven el Super Bowl cada año en asientos de 7,000 dólares. Por otro lado, los candidatos conservadores, consideran sin pena que salarios de estrella de Rock son aceptables en el gobierno y no tienen mas argumentos que la consigna y el señalamiento, como si el objetivo fuera eliminar a los malos postores, en lugar de encontrar a alguno apto, digno y capaz.

El debate de Coahuila en materia de formato no fue tan malo como lo quisieron vender, sin duda sería mejor si solo los candidatos con posibilidad de ganar, usaran nuestro tiempo para confrontar sus ideas, proponer soluciones; esbozar proyectos y debatir con argumentos inteligentes, planteando si las propuestas de sus contrincantes son posibles; si no van a ser solo promesas incumplidas como las que lanzaron en el pasado; y si la solvencia moral y técnica de quienes las proponen, realmente avala que se puedan realizar.

El debate no fue malo, por el contrario fue maravilloso y revelador, pues nos aclaro que entre siete oferentes, no tenemos nada bueno que elegir, y que ante la incompetencia de los individuos propuestos, debe ser la inteligencia de los ciudadanos la que consiga el anhelado cambio que sólo la alternancia nos puede dar.

¡Que Dios Nos Bendiga!

hlaredom@gmail.com

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