Nikki Haley y Ron DeSantis, sin Donald Trump, se enfrentaron el miércoles en un acalorado debate en el que intercambiaron insultos y recriminaciones.
Aunque gozó de cierto dinamismo gracias a que había solo dos interlocutores, el quinto debate de las primarias republicanas no parece que vaya a cambiar el sentido del voto de muchos de los que participen en los caucus de Iowa, que el lunes inauguran el ciclo de primarias.
Y mientras Haley y DeSantis enfocaban sus energías en atacar el uno al otro, Trump celebró un evento tipo ‘townhall’ transmitido a la misma hora por Fox News en el que presumió de haber sido el responsable de que la Corte Suprema acabara con la protección constitucional al derecho al aborto.
Ausente una vez más, la figura de Trump de nuevo proyectó su sombra sobre un evento en el que se puede decir que nada perdió y, por consiguiente, con su ventaja en las encuestas, volvió a salir victorioso.
De hecho, Trump fue el asunto de la primera pregunta del debate. Haley volvió a atacarlo directamente por lo mismo que lo ha hecho hasta el momento, el haber aumentado el déficit federal y no haber sido lo suficientemente duro contra China y la inmigración ilegal.
DeSantis optó por una frase más generalista: “No necesitamos otro político bocón que simplemente te diga lo que cree que quieres escuchar, solo para poder asumir el cargo y cumplir las órdenes de sus donantes”.
En un momento del debate, Haley se atrevió a ir un poco más allá y llegó a decir que Trump debería responder por lo ocurrido el 6 de enero de 2021 en el Capitolio y DeSantis criticó al expresidente por haber dicho que eliminaría secciones de la Constitución.
Aparte de eso, ambos dedicaron más esfuerzos a dirigir ataques contra el uno contra el otro, más allá de afianzar su mensaje como posible presidente del país.
Mientras, Donald Trump subía a un escenario entre vítores que coreaban “¡Estados Unidos, Estados Unidos!” y tras una conversación con pocos temas incómodos, terminó firmando autógrafos y dándose un buen baño de masas.
Petrolero estadounidense es capturado en el mar de Omán por Irán
Las fuerzas marítimas de Irán han anunciado este jueves la captura de un “petrolero estadounidense” en el mar de Omán, si bien no han dado el nombre del buque ni otro tipo de detalles. El anuncio se produce horas después de que la Marina de Reino Unido informase de que un buque había sido abordado “por 4-5 personas armadas no autorizadas aproximadamente a las 3.30 GMT”.
El incidente del que habla Reino Unido sucedió a 50 millas (unos 80 kilómetros) al noroeste de la ciudad de Sohar (Omán). El buque detenido es el petrolero “St Nicholas”, que navegaba bajo bandera de las Islas Marshall y pertenece a la compañía naviera griega Empire Navigation. Fue retenido por un grupo de hombres armados y enmascarados, según explica la BBC. El motivo de la retención del buque no ha sido desvelado.
“Este petrolero, cuyo nombre fue cambiado a St Nicholas y que transportaba petróleo en el mar de Omán, fue incautado en represalia por el robo de petróleo por parte del régimen estadounidense, con una orden de los tribunales judiciales, y está siendo trasladado a puertos de la República Islámica para ser entregado a las autoridades judiciales”, decían desde Irán.
Este petrolero anteriormente se llamaba Suez Rajan, y había sido confiscado el pasado año por Estados Unidos por “vender y transportar encubiertamente petróleo iraní a un cliente extranjero”.
Las fuerzas marítimas de Irán han anunciado este jueves la captura de un “petrolero estadounidense” en el mar de Omán, si bien no han dado el nombre del buque ni otro tipo de detalles. El anuncio se produce horas después de que la Marina de Reino Unido informase de que un buque había sido abordado “por 4-5 personas armadas no autorizadas aproximadamente a las 3.30 GMT”.
El incidente del que habla Reino Unido sucedió a 50 millas (unos 80 kilómetros) al noroeste de la ciudad de Sohar (Omán). El buque detenido es el petrolero “St Nicholas”, que navegaba bajo bandera de las Islas Marshall y pertenece a la compañía naviera griega Empire Navigation. Fue retenido por un grupo de hombres armados y enmascarados, según explica la BBC. El motivo de la retención del buque no ha sido desvelado.
“Este petrolero, cuyo nombre fue cambiado a St Nicholas y que transportaba petróleo en el mar de Omán, fue incautado en represalia por el robo de petróleo por parte del régimen estadounidense, con una orden de los tribunales judiciales, y está siendo trasladado a puertos de la República Islámica para ser entregado a las autoridades judiciales”, decían desde Irán.
Este petrolero anteriormente se llamaba Suez Rajan, y había sido confiscado el pasado año por Estados Unidos por “vender y transportar encubiertamente petróleo iraní a un cliente extranjero”.
Estados Unidos cierra 2023 con la inflación en el 3,4% tras repuntar en diciembre
Estados Unidos entra en año electoral con la inflación en el 3,4%. La subida de los precios se frenó en 2023, pero sigue siendo el principal lastre del balance económico de la presidencia de Joe Biden, que aspira a la reelección en noviembre. La inflación vuelve a repuntar, como ya lo hizo en verano, y los estadounidenses se dan cuenta de ello cuando van a hacer la compra o reciben las facturas. Aunque desde el punto de vista macroeconómico, la Reserva Federal está cerca de lograr la hazaña del aterrizaje suave, controlar la inflación sin provocar una recesión, en el ánimo de los ciudadanos las sensaciones son negativas.
Los precios subieron un 0,3% en noviembre, lo que deja la inflación interanual a cierre de año en el 3,4%, frente al 7% de 2021 y el 6,7% de 2022. Viendo el vaso medio lleno, la inflación ha bajado a la mitad en un año, mientras que la tasa de paro se ha mantenido por debajo del 4%. Viéndolo medio vacío, los precios han subido un 18% en los tres primeros años de Joe Biden en la Casa Blanca. Los estadounidenses ven el vaso (o el bolsillo) medio vacío.
La inflación, de hecho, ha repuntado tres décimas en diciembre, desde el 3,1% de noviembre, y muestra su resistencia a acercarse al objetivo de estabilidad, fijado por la autoridad monetaria en el 2%. Llegó a tocar el 3,0% en junio, pero repuntó durante el verano hasta el 3,7% de septiembre. Llevaba ahora solo dos meses bajando antes de este nuevo repunte. La buena noticia, aunque discreta, llega por el lado de la inflación subyacente, que se reduce una décima, hasta el 3,9% interanual.
Durante 2023 se ha abaratado la energía (-2%), pero ha seguido subiendo la comida (2,7%) y los servicios. Los alquileres, el transporte, las bebidas alcohólicas, la televisión por cable, los talleres de coches y los seguros están entre los bienes y servicios que se encarecen con fuerza.
El dato de inflación llega en un momento en que la Reserva Federal trata de confirmar que ya ha subido los tipos de interés todo lo que necesitaba para evitar el descontrol de los precios. La idea de su presidente, Jerome Powell, es que ya ha llegado al destino, pero que está dispuesto a ir más allá si resulta que la inflación vuelve a repuntar.
El debate se ha trasladado ahora al momento en que el banco central estadounidense comenzará a bajar el precio del dinero. En la última reunión del comité de política monetaria, sus componentes anticipaban una rebaja de los tipos de interés de 0,75 puntos porcentuales durante el conjunto de este año, aunque en todo momento se han negado a concretar cuál será el ritmo. Las actas de la reunión tampoco arrojaron luz sobre la cuestión, sino que confirmaron el mensaje que había trasladado Powell en su rueda de prensa: dependerá de los datos. El conocido ahora aleja cualquier posibilidad de una rebaja inmediata de los tipos.
Estados Unidos entra en el año electoral con una economía que ha resistido mucho mejor de lo esperado. Ha esquivado la recesión que se profetizaba y sigue creando empleo a buen ritmo pese al endurecimiento de las condiciones financieras. Despidió 2023 con una tasa de paro del 3,7%, históricamente baja. Las previsiones de la Reserva Federal apunten a que apenas sobrepase ligeramente el 4% durante este año.