“No llores como mujer lo que no supiste defender como hombre”.
La Sultana Aixa a su hijo Boabdil,
ante la pérdida de Granada.
Mohammed ben Abî al-Hasan `Alî, conocido como Boabdil o Boabdil الزغابي Al-Zugabi, “el Desgraciado”, fue el último sultán de Granada, perdiendo así para los árabes la palaciega fortaleza de La Alhambra, y con ella, así casi mil años de permanencia árabe en España.
Para negociar su liberación con la Reina de España, Isabel La Católica, tuvo que capitular y entregar Granada, el último reino árabe.
Según una extendida leyenda, al salir de Granada, cuando coronaba un collado, el sultán volvió la cabeza para ver su ciudad por última vez y lloró, escuchando la frase de boca de su madre la Sultana; debido a esto ese monte recibe el nombre del Suspiro del moro.
Esta leyenda, que podemos considerar como apócrifa, ya que su veracidad no fue atestiguada por ninguna documentación, no obstante, forma parte de la imaginación del padre Echevarría que en el siglo XVIII publica el libro “Los Paseos de Granada” en los que pretende denigrar la figura de Boabdil.