..¿Matar al bebé que vive en el vientre de una mujer violada, o al niño que crece con una malformación, o abortar al nonato no deseado, es moral y debe ser legal? ¿Debemos entonces alargar el “remedio al sexo libre” matando al producto que vive, tantas veces como sea necesario; abortándolo?
El estado de Coahuila está formado por una sociedad conservadora, con sus defectos y pecados como todas, pero una comunidad en general, reservada y familiar. Nos gusta la vida, amamos la vida, respetamos y exigimos respetar la vida.
Hemos visto como, otras comunidades europeas o europeizadas (liberales desde el punto de vista ético y moral), inclusive sociedades de nuestra patria que imitando conductas ajenas o siendo más ligeros, han optado por el aborto como la salida fácil al descontrol sexual que genera vidas y que ellos segan al legalizar el aborto indiscriminado. “Tengo el aborto como opción legal, entonces tengo relaciones sexuales y liquido las consecuencias, acabó con la vida que nace desde la concepción en el vientre de la mujer (en mi vientre) y san se acabó. Lo haré tantas veces como sea necesario, tantas como mi libertinaje amerite. Es mi cuerpo es mi decisión”: Es esta la consigna de la legalización del aborto.
Los derechos humanos son el pretexto para la legalización del aborto. Pretexto que toman las autoridades y los legisladores que “legalizan el aborto”. Sin consultas amplias (suficientes y bastantes) y sin valorar las consecuencias, se matan bebés, se quitan vidas. Pero el juicio que da certeza jurídica al hecho trascendente es tan barato, que ni siquiera se detienen a ver que el primer derecho, el fundamental derecho (que da verdad a los demás derechos), es ¡el derecho a la vida!
¿Cómo concebir un derecho humano matando humanos? , que aberración.
En Coahuila, unilateralmente desde el gobierno del estado, y en especial desde los escritorios del gobernador y de su esposa, se han dictado iniciativas de ley, que rápido y sin consulta ninguna, se convirtieron en leyes vigentes o que parcharon las actuales, y con ello; de forma aviesa y antidemocrática, de forma autónoma y desleal con la sociedad que llevó al poder al mandatario, modificaron sustancialmente la realidad social y familiar.
Leyes como las que cambian el “Pacto de Solidaridad” al “Matrimonio Homoparental” (entre homosexuales). El argumento fue que los homosexuales tienen derechos y deben ser respetados, (y es cierto, estos derechos deben ser garantizados, y lo eran con la figura anterior), ahora se superponen sobre la mayoría (99.2%), que es heterosexual y que concibe al matrimonio de la forma tradicional, (hombre y mujer, que procrearán hijos y formarán una familia). Pero, y es válido un pero, si la mayoría o un amplio porcentaje de esta sociedad lo hubiera pedido, el asunto fuera otro.
Aquí se privilegió la propaganda gubernamental, por un gobierno desprestigiado. Se facilitó el término de “sociedad avanzada”, europeizado, y se quedó bien con organismos internacionales que en vez de promover la tolerancia y el respeto a todas las formas de expresión social, hacen “lobby gay”, y propaganda a la homosexualidad. Y no contentos con ello, a espaldas de la gente, “de noche legislativa en Coahuila”, se legalizaron las adopciones entre personas del mismo sexo.
Y van por más: quieren legalizar la renta de vientres y el aborto. Aun cuando a nadie consultaron las leyes ya mencionadas, y ante un rechazo social por casi cinco años a la legalización del aborto, en todos los tonos de negativa, desde tantas trincheras sociales, el gobierno vuelve a las andadas. Cínicamente declara que “debe consultarse ampliamente el aborto”.
¿Quieren consultar ahora el tema del aborto cuando nada han consultado, lo hacen ante el rechazo terminante y generalizado; y porque con sus argucias chapuceras (que los definen), pueden usar su aplanadora y maniobrar las consultas?, esto es tan inmoral como la legalización de la muerte de bebés nonatos.
En Coahuila estamos por la vida, por el ¡SÍ A LA VIDA Y EL NO AL BORTO!
Continuará…
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