Desaparecer delegaciones ¿utopía o realidad?

Uno de los proyectos del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, es desaparecer las delegaciones y concentrar todo en una sola coordinación ¿utopía? A mi opinión sí, no puedo imaginar en mi pobre intelecto como sería algo así, por experiencia propia he estado en muchas delegaciones haciendo algún tipo de trámite: Sedesol, SAGARPA, ISSSTE, IMSS, SEDATU, Procuraduría Agraria, SEP, Migración. He observado a simple vista personas realizando su trabajo al menos en el escritorio, ¿cómo concentrar a tanta gente indispensable para realizar las diferentes áreas y tareas, en un solo lugar o cómo eliminar a esta gente, donde hay muchos sindicalizados que tienen años laborando en el mismo lugar?

No, ahí no radica el problema, la corrupción está en la aplicación de los programas, con la gente de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, porque los de abajo le llevan el dinero a los de arriba y los de arriba se reparten entre los de más arriba; el coordinador general y los otros coordinadores vigilantes, estos si son necesarios, hay que cuidarle las manos al enemigo, sin duda los funcionarios públicos muchos de ellos se han pronunciado como tales para la ciudadanía; deben haber auditorías permanentes, vigilancia con otro ojos ajenos, el dinero debe estar muy bien vigilado, los programas también.

Muchos de ellos ni siquiera se aplicaron solo se cobraron entre los mismos, entre los que se preguntan porque perdió el partido oficial, (PRI) porque ya para ellos hacer actos de corrupción es cosa menor, por eso los programas deben estar muy vigilados, deben de tener mucho trabajo de campo, para supervisar todo donde sea fácil introducir la mano en el dinero y echárselo al bolsillo. Que los programas lleguen y se apliquen, no que se los repartan entre los mismos, como ha sucedido por décadas.

Es la manera de llegar al objetivo, tener supervisores ciudadanos comprometidos por áreas, para que no se inflen los proyectos y el dinero alcance para más y para muchos, tener buzón de quejas abiertas sobre el desempeño de los funcionarios, al primer acto de corrupción, que sea despedido.

Coordinador si, para vigilar el dinero que antes lo tenían fácil, checar en que y en cómo se gasta, desarticular el cáncer que ya se hizo metástasis en los líderes de colonias, donde las ayudas se quedan entre unos cuantos, entre los seguidores priistas, esos que fabrican el voto duro.

Los panistas en doce años fueron incapaces de desarticular esta red tan nociva para la democracia y para la sociedad, sobre todo la de bajos recursos, tuvo el PAN el poder para lograrlo y no lo hizo, esperemos que ahora si se logra por el bien del país. El campo debe ser examinado extremadamente con algún coordinador y supervisores, cosa que no se hace porque los recursos se los embolsan los de arriba y hasta los de abajo. Deben de dejar de tener poder en el campo asociaciones nocivas como la Antorcha Campesina, la Unta, donde trafican con los apoyos. Esta mafia debe desaparecer, en dejarles manejar programas que deberían ser gubernamentales, porque además promueven mucho la invasión de tierra, les dieron tanto poder que ahora resulta que están arriba de las autoridades municipales y con mucha injerencia en el Estado.

Se deben tocar puertas, como se hizo en campaña, con un levantamiento socioeconómico a conciencia, ya sin el PRI de por medio, donde a base de amenazas daban las dádivas a cambio del voto, y de que estuvieran disponibles para cualquier mitin a conveniencia, o rellenar lugares en el Congreso, cuando requieran el apoyo de alguna porra, por sus malas decisiones siempre a favor del ejecutivo o sus allegados. Con este barrido será la forma única de ver la realidad, y poder mejorar apoyos solo a quien lo necesite.

Desaparecer delegaciones no es el remedio a la enfermedad, al contrario la dejarían moribunda; quien las maneja, si ahí sí, se necesita hacer una limpia por lo mañosos que son, o mejor dicho por corruptos, e ineptos, fuera el compadrazgo.

Se debe empezar por revisar exhaustivamente las nóminas, esas donde los fantasmas están y hacen de las suyas, debe haber lista con números de empleados y supervisarlos que realmente existan y ver que trabajo realizan; ahí está la falla, una falla tan letal como la geológica de San Andrés que sacude a todo México, en las finanzas. En las delegaciones hay más gente en nómina inexistente que la que realmente labora.

Y funcionario público que no realice su trabajo con entrega y honradez, por qué se le haga poco el sueldo, cantarle las golondrinas y darle la bienvenida a quien si quiera laborar por la reconstrucción de este México tan dañado y mutilado. Las licitaciones deben ser cautelosamente revisadas por el coordinador y gente experta en el tema.

Yo opino delegaciones si, coordinadores también para que vigilen extremadamente el dinero público y realizar auditorías permanentes. La delegación, no es la dañina si no quien las maneja, y la que sea obsoleta desaparecerla.

Y termino diciendo de verdad ya chole con los mismos de los mismos.

Rosa Ofelia Garza
¿Yo opino y tú?

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