La contundente victoria de AMLO en 2018 se debió al hartazgo en el esquema de corrupción e inseguridad como principales causas.
A cinco años de ese arribo, el gobierno de López Obrador le ha fallado a sus electores y a los ciudadanos en general, lo que ha generado el rechazo de la gente a sus políticas, trapacerías y mañas aprendidas en su paso por la escuela de mañas y otras especies del PRI.
El proceso sucesorio se escapa de las manos del presidente, que creyó que solamente controlando el aparato de propaganda costosísimo y utilizando los espacios de las televisoras era suficiente para mantener a su administración a flote y más aun controlando a los jugadores de su sucesión.
Como dato de récord, ningún presidente había tocado el tema de la administración que le precediera de manera tan directa y abierta como lo hizo AMLO, lo que no solamente confirma que la consabida 4T, es una copia mal hecha del esquema populista de Echeverría.
Los regímenes presidenciales desde la consolidación de la Revolución, habían destapado a su sucesor casi el mismo día que era ungido candidato por parte de las fuerzas vivas, esto era, por allá de noviembre a febrero de cada penúltimo o último año de gobierno, de una manera cerrada, salvo la jugada de Miguel de la Madrid de los seis notables.
Hoy AMLO inaugura un sistema impositivo de corcholatas que confirma su interés en perpetuarse en el poder con un Maximato, igual al de Plutarco Elías Calles a nivel nacional o como Rubén “N” en esta tierra abandonada a su suerte de Coahuila.
El presidente se atrevió a esa jugada debido a la falta de una figura en la oposición a la que se le vieran talentos para enfrentar al ungido por AMLO, lo anterior, a pesar de que en las elecciones de 2021, la oposición logró posiciones en la Cámara de Diputados y arrebató la mitad de la ciudad de México a los morenistas.
Nunca imaginó que el rechazar la réplica a Xóchitl Gálvez, generaría a la candidata perfecta en la oposición, es decir: de origen indígena, innegable, de la cultura del esfuerzo, exitosa empresaria, honesta funcionaria, popular diputada y senadora y una mujer sin pelos en la lengua para decir las cosas y menos para hacerlas.
Fue así como el Frente opositor entro en la sucesión e irrumpió hasta la cocina, ya que aun cuando se especulaba que AMLO había pactado con la triada Alito-Rubén-Viggiano a fin de que se prepararan las elecciones del 3 de septiembre y que la ganadora fuera Beatriz Paredes, con el apoyo incluso de simpatizantes de Morena, los verdaderos dueños del Frente hicieron la propia y en trueque brindaron al PRI carta blanca para las posiciones más importantes en el Congreso de la Unión y las gubernaturas para el próximo año y a su vez dar oxígeno a ese partido ante lo que sería su inminente desaparición, con una candidata que hubiera perdido de forma desastrosa ante la ola Sheinbaum.
El apoyo anunciado esta semana por parte del PRI a la candidatura común de Xóchitl Gálvez constituye el despertar verdadero de la oposición, aunque sea a última hora y con una chiripa genial, que pudiera parecer una ocurrencia, sin embargo, con una campaña bien estructurada, una plataforma política que llegue a la gente y un programa de gobierno que se hiciera cargo de los grandes rezagos de la población, pudieran prender la elección y en un descuido hasta llegar a la silla presidencial.
Esta jugada a su vez lleva la jiribilla de buscar la mayoría en el Congreso de la Unión y arrebatar a Morena al menos las gubernaturas de Puebla y Veracruz y con ello ir avanzando ya sin la figura de AMLO como presidente, debido a que en México priva la conseja de que: “Santo que no es visto, no es adorado”.
Aunque parezca increíble, el Frente opositor ya está arreglado y el que falta definir ahora es el de las corcholatas, que sin bien es cierto lleva línea con Claudia, cada vez es más notorio el divisionismo y la intriga. Marcelo no se quedará quieto si no resulta ganador y los demás se conformarán con las migajas que les repartan en el 2024, pero haciendo pucheros.
Y todavía faltan los archivos que la oposición tiene guardados de la favorita presidencial y sus múltiples negocios y relaciones siniestras.
Por lo pronto la buena noticia es que la oposición va despertando y si bien el ventanal aún refleja algo de borrascas, no faltará el día en que se aclare. La enseñanza parte de Disraeli: “Ningún gobierno puede mantenerse sólido mucho tiempo sin una oposición temible.”