La moción de destitución del popular mandatario fue aprobada por 105 votos a favor, 19 en contra y cuatro abstenciones, superando ampliamente los 87 necesarios, al cierre de una sesión plenaria de casi ocho horas.
Vizcarra declaró anoche que deja la presidencia con la frente en alto y descartó emprender acciones legales para revertir la decisión, al tiempo que las calles de esta capital fueron escenario de protestas contra la destitución, que fue repudiada además con un cacerolazo.
Al empezar el juicio, Vizcarra presentó sus descargos ante el plenario del Congreso y negó haber recibido sobornos en 2014, cuando era gobernador de la región sureña de Moquegua.
Rechazo de manera enfática y categórica tales imputaciones, no he cobrado soborno alguno, sostuvo el mandatario de 58 años.
La presidencia del país será asumida por el jefe del Congreso, Manuel Merino, del partido de centrista Acción Popular, que tiene la primera minoría en el Legislativo, y cumplirá el mandato hasta finales de julio de 2021. Merino, de 59 años, rendirá protesta hoy.
En un juicio anterior, el 18 de septiembre, Vizcarra fue acusado de instar a mentir a dos funcionarias del palacio de gobierno respecto de un cuestionado contrato realizado con un cantante, pero sus adversarios sólo consiguieron 32 votos.
Vizcarra, político centrista, se convierte así en el segundo presidente que deja el cargo durante este periodo gubernamental de cinco años, que comenzó en julio de 2016.
Ingeniero de profesión, Vizcarra asumió el poder en marzo de 2018 tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, acorralado por denuncias de corrupción, un flagelo en este país que ha afectado a sus últimos cuatro ex gobernantes.
Vizcarra no era figura conocida para buena parte de los peruanos cuando asumió la presidencia, aunque ganó reconocimiento siendo gobernador de la región minera de Moquegua, donde logró cerrar un acuerdo para frenar un conflicto que amenazaba un proyecto de cobre de 5 mil millones de dólares de Anglo American.
Saltó a la arena política nacional cuando fue convocado por Kuczynski para integrar su fórmula presidencial en las elecciones de 2016 por sus dotes para desactivar conflictos en un país donde las comunidades reclaman mayores beneficios por la explotación de recursos naturales.
Tras asumir el mando, Kuczynski lo incluyó en su gabinete para ocupar la cartera de Transportes y Comunicaciones, cargo al que renunció en mayo de 2017 tras duras críticas por aprobar cambios en un contrato de 520 millones de dólares para construir un aeropuerto.
Su renuncia, bajo presiones de un Congreso controlado por la oposición, fue considerada injusta por muchos porque el contrato para construir el aeropuerto Chinchero del Cusco fue suscrito en el gobierno del ex presidente Ollanta Humala.
El mayor reto de Vizcarra durante su paso por la presidencia fue la disolución del anterior Congreso en septiembre de 2019, luego de duros enfrentamientos con el Legislativo dominado por el partido Fuerza Popular, de Keiko Fujimori, hija del encarcelado ex mandatario Alberto Fujimori.
Vizcarra también tiene fama de haber ubicado a la región Moquegua como líder en educación en Perú entre 2011 y 2013, luego de solucionar deudas tanto económicas como sociales con maestros en la zona sur del país.
La Jornada