Expertos internacionales y analistas financieros mexicanos (consultados), coinciden en señalar que La devaluación inminente del peso tiene en un tris a todo el gabinete hacendario. La banda se ha movido “sin control” (es una banda libre, pero la movilidad tiene escenarios esperados), se ha depreciado el peso seis por ciento en solo unos días. Ello motivará reacciones correctivas emergentes por parte de Banxico y SHCP, y se prevé que complica aún más las finanzas de entidades sobre endeudadas como Coahuila.
Nadie Escapa del efecto recesivo pero los que carecen de liquides, tienen grandes deudas y están restringidos de financiamiento, tendrán un irremediable “crack financiero”. Los indicadores externos ya no son la razón de nuestros efectos devaluatorios. Tenemos un problema interno y detenerlo artificialmente para evitar el daño político ante la cercanía de las elecciones, provocaría un costo mayor en el corto plazo.
El Gobierno podrá anunciar una “intervención” ante efectos especulativos contra el peso. En contraste, el precio del petróleo sube a 40 dólares el barril ¿recuperación del precio del petróleo y devaluación?, hay una inconsistencia. Otro indicador contrastaste es que se considera que México es el país de Latinoamérica menos vulnerable ante la recesión en China.
La especulación es la explicación de este fenómeno que afecta gravemente las finanzas nacionales. Ya no se puede anunciar más recortes al presupuesto, solo quedan: aumentar las tasas de interés (de nuevo), frenar a especuladores imponiendo sanciones, hacer emisiones de dinero que no nos sobra. México vive una crisis no anunciada… hasta ahora. Entidades quebradas, como Coahuila, llevarán la peor parte.
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