La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad es una de las últimas en materia de derechos humanos aprobada en este siglo (2006) por la Organización de las Naciones Unidas y su propósito primordial es promover, proteger y asegurar el goce y respeto a su dignidad inherente a través de medidas específicas que los Estados deben implementar de manera transversal y progresiva.
El Estado Mexicano firmó la Convención el 30 de marzo de 2007 y es de observancia obligatoria para las autoridades en los distintos ámbitos y órdenes de gobierno. México contaba con casi 6 millones de personas discapacitados en el censo de 2010.
Los y las discapacitados tienen derecho a gozar del más alto nivel posible de salud, sin discriminación por motivos de discapacidad (Art. 25, CNDH) de ahí que las autoridades de salud hayan emitido una guía para esas personas que pudieran contagiarse del virus sean atendidas, se trata de una campaña a través de redes sociales para explicar con videos y audios cómo es que funciona el vínculo que hacen con la sociedad civil y los intérpretes de lenguas de señas, además habilitarán una línea por WhatsApp para que traductores del sistema de señas puedan traducir al personal médico el sentir de los pacientes.
El doctor Ricardo Cortés Alcalá, director general de Promoción de la Salud informó que la realización de la Guía se debe a un trabajo coordinado y colaborativo con organizaciones de la sociedad civil, personas profesionistas en la materia, familiares de personas con discapacidad, así como con instituciones públicas, como el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y el Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad (Conadis).
Las disposiciones están dirigidas a las y los discapacitados y sus familias, al personal de las instituciones de atención médica, albergues y asilos, medios de comunicación, entre otras. La guía incluye información para quienes presentan discapacidad auditiva, intelectual, espectro autista, parálisis cerebral, discapacidad motriz, psicosocial y visual, se describen los instrumentos didácticos adecuados para cada tipo de discapacidades, como el Sistema de Escritura Braille para discapacitados visuales.
La guía es amplia, consta de 32 páginas y cuida de presentar detalles que de otra forma serían difíciles de tomar en cuenta, por ejemplo, contar con un plan de emergencia que puedan aplicar los familiares o el mismo discapacitado, teléfonos a los que se puede pedir auxilio en caso de emergencia médica o de atención a violencia, igualmente incluye sugerencias de comunicación a la familia y la formación de redes de apoyo a las que también se ofrecen sugerencias para elaborar planes de trabajo con los discapacitados. No cabe duda que la guía, aunque extensa, es minuciosa porque prevé las situaciones que se pueden presentar a los enfermos, su familia, grupos de apoyo, personal médico y paramédico de las instituciones.
No hay suficiente información sobre contagios y muertes de discapacitados, Hugo López-Gatell informó de una niña con Síndrome de Down infectada y que falleció, en los medios de comunicación locales no se encuentran otros casos de infantes infectados por coronavirus, si usted busca Coahuila, no aparece ningún caso, son escasos los medios que informan en particular sobre discapacitados infectados, ¿es qué no los hay o no interesa mucho informarlo?
El diario Animal Político informó sobre el caso de una enfermera que tiene un hijo con autismo, solicitó a sus jefes le permitan no acudir al trabajo para no exponer su salud y la de su hijo, el diario relata otro caso de madre con hijo autista igual de emproblemada que Mayra.
Cierro para expresar que es inimaginable el dolor de estas madres y la incomprensión de sus jefes que no les permiten cuidarlos como requiere un niño enfermo.