Cinco meses y no serán seis porque parece imposible, el calendario se impone o quizá los jueces hasta encuentren una alternativa para prolongar aún más su veredicto, podrían darle un interinato a Moreira II o a cualquier otro, ese era el plan inicial, formar una dinastía por al menos 21 años, qué importa, Coahuila aguanta cualquier absurdo, cualquier agravio.
Se galopa a lomos de esta gran incertidumbre y se ignora cuál será la decisión final del Tribunal Electoral Federal; aunque algunos de los principales actores de la oposición prevén que no habrá imparcialidad, no habrá nulidad, ¿y por qué no? porque los juzgadores tienen colores, por eso es divertida la espera, porque sobre las ruinas de este hundimiento económico, político e ideológico se erige la desesperanza, da igual, sea cual sea la decisión, se levantarán los hombros, y ¡no pos sí, no había de otra! los delincuentes se van impunes y Coahuila aguanta.
El discurso de los informes gubernamentales hasta el 6°, están hilvanados con mentiras aplaudidas a rabiar; los logros educativos con cientos de bachilleratos y el casi pleno empleo en el estado, muy mal pagado por cierto, pero miles de empleos según el Ejecutivo; un mega cuartel en San Pedro para más 3 200 soldados y 7 bases militares estratégicamente ubicadas en el estado, de manera que ahora Coahuila es un estado militarizado por si hiciera falta dictar el “estado de sitio”; una visión idílica sobre Coahuila, casi el paraíso, de lo que no se da cuenta Moreira II es de que no tiene credibilidad; pregunta, por qué no hubo photoshop en los espectaculares, una mínima consideración hacia el soberano.
En ecología el estado sufre verdaderos atentados contra la vida con el Cimari de General Cepeda, las decenas de pozos para la explotación del fracking; en la Región Carbonífera la permisividad y la complicidad en las minas de la muerte; la sobreexplotación de los mantos acuíferos y agua de pésima calidad y hasta contaminada para buena parte de la población coahuilense y de la seguridad social del magisterio mejor ni hablamos. La lista es muy larga, pero además es muy conocida.
Divierte ver la simulación que también se incrusta entre los mini alcaldes electos, algunos de los cuales están en plena campaña para reelegirse aún cuando no han tomado posesión en sus ayuntamientos, lo cual harán hasta el primero de enero de 2018 para ser alcaldes por menos de 120 días.
El alcalde electo de Saltillo, Manolo Jiménez no para, recorre las colonias de esta ciudad con un ejército de guaruras tras él, a qué le teme si según sus jefes está en una de las ciudades seguras, bueno, aunque sabemos que las extorsiones y los secuestros están a la orden del día, ¿será eso?, además, acude al extranjero considerándose y actuando como alcalde en funciones y como representante de los saltillenses; muchacho, se dice que el que espera desespera pero recuerda que en política la forma es fondo y aunque no te importe se te está evaluando.
No es grato recordar que el transporte urbano de esta ciudad es una amenaza, no hay mes que no se reporten asesinatos por infracciones y horrores de los operadores, recuerdo bien la muerte de una madre de familia que dejó dos hijos huérfanos y hace 9 días fue atropellado un joven de 24 años y una mujer de la tercera edad también falleció tras ser arrollada por un autobús.
El alcalde electo está ofreciendo la modernización del transporte urbano, oímos lo mismo al inicio de cada nuevo gobierno municipal, pero todos se van sin dejar resultados sustanciales y los operadores siguen haciendo de las suyas.
Nos aguardan grandes sorpresas a finales de este mes.