El presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó su desacuerdo con el proceso legal que enfrenta el expresidente de Estados Unidos Donald Trump y pidió que no se utilice la ley para fabricarle delitos.
“Reitero, refrendo, mantengo mi postura de que no debe utilizarse lo jurídico, los asuntos supuestamente legales con propósitos políticos-electorales. Por eso no estoy de acuerdo con lo que le están haciendo al expresidente Trump, es que yo ya lo padecí, y que no quieran descalificar a nadie en ninguna parte del mundo”, dijo previo a finalizar su conferencia de prensa.
El expresidente de Estados Unidos es señalado de 34 delitos, como el supuesto pago que hizo a una actriz de cine para adultos para silenciar una presunta relación que tuvo con ella.
El político republicano se convirtió en el primer expresidente de Estados Unidos en ser acusado de un delito. La tarde del martes pasado compareció ante la Suprema Corte de Justicia del Estado de Nueva York, en donde se declaró inocente.
López Obrador se pronunció a favor de que sean los ciudadanos quienes decidan si lo quieren o no en la boleta electoral
El mandatario mexicano acusó que su exhomólogo está siendo víctima de una campaña de desprestigio, cuya sustancia tiene un episodio ocurrido hace alrededor de dos décadas.
“Está expuesto a una campaña de desprestigio bajo la máxima de que la calumnia cuando no mancha, tizna. No sé si haya cometido delito o no, no me corresponde. Me llama la atención de que lo estén acusando de algo que sucedió en el 2000 o 2006”, planteó.
El titular del Ejecutivo federal explicó que la defensa no la realiza porque es Donald Trump, pues en su momento lo hizo por el presidente de Perú, Pedro Castillo, y por el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco.
“No debe aceptarse eso, además es una degradación de la seriedad que deben tener las leyes, el respeto que se tiene que tener por la legalidad no utilizar las leyes, no fabricar delitos para afectar adversarios”, apuntó.
López Obrador y Donald Trump coincidieron durante tres años en la presidencia de México y de Estados Unidos, respectivamente. Durante ese tiempo, tuvieron una reunión presencial en Wahsington, ciudad en donde el mandatario mexicano le obsequió un bate de béisbol.