César Horacio Duarte Jáquez de Chihuahua, Jaime Helidoro Rodríguez Calderón de Nuevo León y Miguel Ángel Riquelme Solís de Coahuila, tres delincuentes que andan entre la cárcel, el hospital y la impunidad.
Los tres gobernadores tienen esa misma costumbre histórica, robar a manos llenas porque vienen del PRI, como delincuentes que son, y luego nadar de muertito, como cobardes que también son.
César Duarte
La llegada hace horas del vuelo donde viajaba el exGober de Chihuahua, extraditado de Florida, USA, para enfrentar cargos en México por lavado de dinero y peculado, reaviva las evidencias de impunidad de los gobiernos federales, anteriores y actual.
Duarte se enredó en el peculado al sacar dinero de la Tesorería estatal y dárselo al PRI para las campañas, incluso por sus ambiciones de dirigir el PRI nacional, coordinó a otras entidades para hacer lo mismo, todo bajo la dirigencia de Manlio Beltrones Rivera presidente del tricolor y de Alejandro Gutiérrez Gutiérrez secretario general adjunto y “operador Zafiro” (los cientos de millones, según se denunció, se asegura que eran intercambiados para servir de lavado de otros provenientes de carteles, cual delito agravado).
Duarte se asoció en ranchos y negocios del peculado, con sus homólogos gobernadores de entonces: Humberto Moreira Valdés de Coahuila y Roberto Sandoval Fernández de Nayarit. Moreira ha entrado a penales y salido, y Sandoval tiene un proceso abierto junto a su hija.
No juzgan a nadie en el gobierno de López Obrador y ante las elecciones en puerta recurren a extraditar a un preso que fue denunciado por el gobierno anterior y lo hacen en sintonía con la mandataria actual, María Eugenia Campos Galván, cercanísima a Duarte y enemiga de Javier Corral Jurado (exgobernador que llevó a Duarte a la cárcel, lo que significa que César podrá ser liberado pasando las elecciones).
Jaime Rodríguez
Por años fue líder de la CNC en Nuevo León, Jaime Rodríguez aprovechó el desgaste del PRI y del PAN en la entidad y se lanzó de independiente y sus mentiras y rapiñas fueron tales que sepultó a los independientes para siempre en México y dio paso a un experimento electoral llamado Movimiento Ciudadano.
Muy joven y nuevo gobernador (Samuel Alejandro García Sepúlveda) decidió hacer lo correcto, lo que su antecesor no hizo habiéndolo prometido, y encarceló al exgobernador (Jaime, el Bronco) y lo sometió a juicio.
Jaime juró en campaña mochar las manos a Rodrigo Medina De La Cruz el exgobernador corrupto casado con la sobrina de Carlos Salinas De Gortari y no cumplió y miren ahora, el karma llamado justicia por tus actos, lo cambió de su silla de cuero millonaria a un banca de cemento en el penal de Apodaca.
Las presiones del gobierno federal (MORENA) fingen la enfermedad y casi muerte de Jaime y lo mandan a su casa en “arresto domiciliario”, antesala de la libertad.
Miguel Riquelme
De porro universitario a espurio mandatario, devenido en gerente de negocios del criminal moreirato en Coahuila. Por ello, cómplice de las fechorías de los hermanos Moreira y subidito de un tirano llamado Rubén Ignacio Moreira Valdez, su amo, señor y mecenas de su enriquecimiento con dinero de los coahuilenses.
Ha solapado Riquelme la deuda extrema contratada con fraudes y razón de los miles de millones robados en más de 16 años a la Tesorería de Coahuila, ha callado ante las asociaciones delictuosas de sus jefes Moreira, del robadero infame y de las propias estafas.
Quebraron al gobierno de Coahuila, los Moreira y Riquelme y luego dicen no traer dinero para obras y servicios y ni para siquiera apagar la quemazón de la sierras, ahumado patrimonio de los coahuilenses.
Ante la realidad corrupta, Riquelme se juega su última carta en el PRI, pero, al tiempo, abre la puerta a MORENA, pactando (según dice) la impunidad para sus patrones y para él, luego de junio del 2023 en que se renueva la gubernatura.
La justicia
César Duarte y Jaime Rodríguez ya son reos y pagan por sus culpas.
¡Sigues tú Miguel Riquelme!, la debes, y acuérdate del exGober Jorge Juan Torres López y de algunos medianos, entregados cual reses al matadero, por los mismos hermanos Moreira, hasta hoy impunes.