Lo evidente, la educación es un derecho humano, un importante motor del desarrollo y uno de los instrumentos más eficaces para reducir la pobreza, mejorar la salud, lograr la igualdad de género, la paz y la estabilidad, es el primer instrumento internacional jurídicamente vinculante; su importancia en la sociedad obliga a analizarla con sentido prospectivo al preguntar ¿cómo podría ser la educación a partir de las múltiples innovaciones y tendencias de nuestro tiempo?, en particular de aquellas que parecen sugerir una profunda disrupción en las formas tradicionales de enseñar y aprender, así como de proveer educación en un sentido integral en la era digital.
Las tendencias marcan retos formidables, por lo que el diseño, la formulación y la aplicación de políticas públicas para la mejora de la calidad, la equidad y la inclusión educativas son los desafíos. La educación superior está siendo revisada y analizada con microscopio por parte de los especialistas en el área a fin de vislumbrar los desafíos de preparar a sus egresados para un mundo donde la digitalización dicta las condiciones, las oportunidades y demandas laborales; en el conversatorio de una reunión sobre el tema en la Universidad Metropolitana en la CDMX, se previó que el 40 por ciento de la población en América Latina quedaría sin trabajo en los próximos años, en particular los egresados universitarios, aunque hay expertos que muestran que esta desocupación no va a ser plana sino que va a tener diferencias en la medida de la complejidad que tengan los trabajos y su digitalización, en el evento se revisó cómo se asumirán estas transformaciones al brindar propuestas y actividades que sirvan para el beneficio de la comunidad.
Se propuso que para afrontar ese reto podrían generarse relaciones de comunicación y colaboración sólidas, no sólo entre los actores académicos, políticos, empresariales y la sociedad, sino entre las propias universidades sobre todo en las áreas de investigación y difusión, ésta que, dicho sea de paso, está más que olvidada y descuidada en las instituciones de educación superior de Coahuila, tanto en las públicas como en las privadas, en éstas ni existe porque lo consideran un gasto inútil y ahí la meta es la ganancia económica, no hay más, que analizar las actividades de las IES locales y el panorama que se despliega es lastimoso, triste, sin compromiso social.
En otros foros se ha planteado que el crecimiento de las universidades en México ha sido exponencial, ya que en 1990 había en 800 Instituciones de Educación Superior (IES) y para el año 2017 aumentaron a 3 mil; esta expansión ha producido un sistema de diversificación con el que se descentraliza la educación. El país cuenta con 12 subsistemas poco articulados y cerca de 2 mil instituciones privadas, comentó un investigador del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad Nacional Autónoma de México, este crecimiento ha sido acompañado por la inequidad ya que en la Ciudad de México y en su zona conurbada existe una cobertura educativa del 90 por ciento de las IES, mientras que en la región sur del país, Oaxaca, Chiapas y Quintana Roo apenas alcanza el 26 por ciento, esa inequidad expone y exige cambios para la expansión de la matrícula en esas entidades.
Cabe preguntarnos, qué están exponiendo al respecto la UAAAN, la UA de C, la UANE, los Institutos Tecnológicos del Estado, el TEC de Monterrey, la Universidad la Salle, la Autónoma de la Laguna, la Universidad Pedagógica Nacional, la Universidad del Valle de México, la Universidad de Vizcaya y tantas otras, para las que el espacio no alcanza.
Por otro lado, ante la marcha del domingo próximo, los cándidos ayudarán al Prian a promoverse, esos partidos en realidad reclaman sus tajadas económicas que con la reforma electoral disminuirían, así como el costo de las elecciones que son las más caras del mundo, además se niegan a dejar de intervenir en el INE eligiendo consejeros afines. Nadie ignora que el Consejo General del INE se convirtió en una autocracia ¿ya leyó la Reforma propuesta por el Ejecutivo federal? ¿usted les cree a los diputados del PRIAN? Son los Amlofobicos. También en política hace falta educación, y mucha.