Estados Unidos dejará de considerar la pandemia de COVID-19 una emergencia nacional a partir del próximo 11 de mayo, según un comunicado de la Oficina de Gestión y Presupuestos de la Casa Blanca emitido este lunes 30 de enero.
En el escrito, la administración estadounidense explica que su plan es extender las actuales declaraciones de emergencia nacional y de emergencia de salud pública, decretadas en 2020 por el entonces presidente Donald Trump, hasta mayo, momento en el que suspenderá ambas.
La decisión implica que el Gobierno pasará a tratar la COVID como una enfermedad endémica.
En su comunicado, la Casa Blanca argumenta que este período de gracia hasta mayo evitará el “caos e incertidumbre en el sistema sanitario” que se produciría de prosperar una iniciativa de los republicanos en la Cámara Baja que contempla el cese inmediato de las declaraciones.
Así, si bien en diciembre el Congreso ya determinó que las medidas adicionales que formaban parte de la declaración de emergencia, como la financiación adicional para los estados, se irían desmantelando poco a poco, la iniciativa de los conservadores las cortaría de raíz.
Otro aspecto citado por la administración para mantener hasta mayo las declaraciones de emergencia es que su suspensión inmediata supondría el fin del Título 42, una controvertida norma sanitaria que permite expulsiones en caliente de migrantes en la frontera.
En una decisión del Tribunal Supremo del pasado diciembre, la mayor instancia judicial del país ordenó congelar el fin de esta medida, que previamente había ordenado un tribunal de Washington.
De cara al futuro, la FDA afirma que la mayoría de los estadounidenses no deberían tener problemas si se vacunan una vez al año contra las nuevas variantes en otoño. La agencia se preguntó si algunas personas podrían necesitar dos dosis: los adultos con sistemas inmunitarios debilitados y los niños muy pequeños que nunca han sido vacunados previamente. Esto es similar a la primera vacunación antigripal de los niños.
Pero se necesitan más datos para saber exactamente quién puede necesitar dos dosis anuales, como un recuento cuidadoso de quiénes siguen siendo hospitalizados por covid-19 a pesar de estar al día con las vacunas actuales, dijo Offit.
“Solo entonces podremos tomar la mejor decisión sobre quién debe vacunarse con qué y cuándo”, afirmó.