El Departamento de Justicia estadounidense acusó este viernes a 28 miembros del poderoso Cártel de Sinaloa de México, incluidos tres hijos del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, en una extensa investigación por tráfico de fentanilo.
El fiscal general estadounidense, Merrick Garland, dijo que en la operación participan empresas químicas y farmacéuticas chinas.
Garland anunció los cargos este viernes junto con la jefa de la Administración de Control de Drogas (DEA), Anne Milgram, y otros fiscales federales.
Entre los acusados figuran tres hijos de Guzmán, conocidos como los Chapitos, quienes se han ganado la reputación de ser la facción más violenta y agresiva del cártel: los hermanos Iván Archivaldo, Jesús Alfredo Guzmán Salazar y Ovidio Guzmán López.
Ovidio Guzmán López, uno de sus hijos, fue detenido en México y está a la espera de un proceso de extradición, dijeron los fiscales federales en Manhattan.
“Saben que están envenenando y matando estadounidenses. Simplemente no les importa porque ganan miles de millones de dólares haciéndolo“, dijo Milgram, refiriéndose a los hijos de Guzmán. “Su codicia es escandalosa y no tiene límites”.
Además de los líderes del cartel, Garland apuntó que también están acusados presuntos proveedores de productos químicos, gerentes de laboratorio, traficantes de fentanilo, líderes de seguridad, financieros y traficantes de armas.
Precisó que algunos acusados son ciudadanos chinos y guatemaltecos, presuntamente implicados en el suministro de compuestos químicos necesarios para fabricar fentanilo.
Otros fueron acusados de administrar laboratorios de drogas y proporcionar seguridad y armas para la operación de narcotráfico, dijeron los fiscales.
En 2021, casi 107.000 personas murieron por sobredosis de drogas en Estados Unidos.
Guzmán fue condenado en 2019 por dirigir una operación de contrabando a escala industrial.
Anne Milgram, afirmó hoy que la agencia antidrogas se infiltró durante el último año y medio y al más alto nivel en la organización delictiva del Cártel de Sinaloa y los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán.
“Durante el último año y medio, la DEA se infiltró proactivamente en el Cartel de Sinaloa y la red Chapitos, obtuvo un acceso sin precedentes a los niveles más altos de la organización y los siguió por todo el mundo”. Aseguró que la mayor parte del fentanilo que ingresa a EU proviene del Cártel de Sinaloa.
“Heredaron un imperio global de tráfico de drogas y lo hicieron más despiadado, más violento, más letal y lo usaron para difundir un nuevo veneno, el fentanilo”, dijo a periodistas este viernes.
Alertó que la situación en Estados Unidos es muy preocupante, pues el fentanilo se ha convertido en la mayor amenaza para los estadounidenses.
“(El fentanilo) Mata a más estadounidenses entre las edades de 18 a 45 años que el terrorismo, que los accidentes automovilísticos, que el cáncer o que el Covid“.
Además, aseguró que Ovidio, Iván y Alfredo Guzmán fueron los pioneros en la fabricación y tráfico de fentanilo, lo que ha ocasionado miles de muertes en Estados unidos.
Explicó que la DEA ha seguido la ruta de tráfico de fentanilo del Cártel de Sinaloa, la cual se desplaza desde China, en donde aseguró que “Los Chapitos” se asocian con compañías químicas para adquirir los precursores del fentanilo.
De acuerdo con la investigación, en México es donde tienen los laboratorios secretos donde “transforman los precursores de fentanilo en polvo y pastillas y los introducen de contrabando en los Estados Unidos por tierra, aire, mar, túneles subterráneos”.
“Los Chapitos controlan esta empresa criminal global y usan una violencia despiadada para protegerla“, aseguró.
Milgram señaló que “Los Chapitos” esconden el fentanilo en pastillas que parecen OXYCODON, Xanax o Percocet. Aseguró que esa situación propicia a que muchos estadounidenses consuman sin saber que están tomando droga.
Dijo que mezclan fentanilo con cocaína, heroína y metanfetamina, todo para “inducir” a los estadounidenses a tomar fentanilo sin saberlo y volverse adictos a él todos los días.
“Las acusaciones de hoy dan un golpe contra Los Chapitos y la red global. Operan una red que alimenta la violencia y la muerte en ambos lados de la frontera”.
Acusó que a pesar de las muertes y la violencia, “Los Chapitos” saben que están envenenando y matando estadounidenses, pero “simplemente no les importa porque ganan miles de millones de dólares haciéndolo“.