Estados Unidos y Reino Unido, “con el apoyo de Australia, Baréin, Canadá y Países Bajos”, lanzaron en la noche de este jueves un ataque masivo contra objetivos hutíes en Yemen, como represalia a una serie generalizada de ataques contra el transporte marítimo en el mar Rojo.
Hay reportes que aseguran que en el ataque participaron buques de superficie, al menos un submarino y varios aviones.
La Marina de Guerra estadounidense (USN) tiene un grupo de batalla de portaaviones (CVBG) completo del El USS Dwight D. Eisenhower en el área, mientras que Reino Unido cuenta con cuatro destructores; y esto se suma a varias bases aéreas en la región, especialmente la Fuerza Aérea de Reino Unido (RAF), que estaría actuando desde Chipre.
Se calcula que fueron atacaron más de una docena de objetivos militares, incluidos centros logísticos, sistemas de defensa aérea, almacenes de armas y sitios de lanzamiento.
El presidente estadounidense Joe Biden y el primer ministro británico Rishi Sunak emitieron declaraciones sobre el ataque, afirmando que sus países no dudarán en continuar las operaciones de represalia si es necesario. Rusia, a su vez, exigió el viernes una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU.
Previamente, la ONU había exigido a los hutíes el cese de sus ataques contra el transporte marítimo extranjero. Rusia y China, junto con Argelia y Mozambique, se abstuvieron.