El Papa Francisco dijo este miércoles que el aborto es un “asesinato”, incluso poco después de la concepción, pero pareció criticar a algunos obispos católicos de Estados Unidos por tratar la posición proabortista del Presidente Joe Biden de una manera más política que pastoral.
En el vuelo de regreso de Eslovaquia, Francisco fue consultado por su opinión sobre el debate en el seno de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos acerca de si a Biden, que es católico, se le debería negar la comunión por su apoyo al derecho de la mujer a decidir aunque él esté personalmente en contra del aborto.
“Nunca le he negado la comunión a nadie. Pero nunca supe que tenía frente a mí a alguien como quien usted describe, eso es cierto”, dijo, sin dar más detalles.
En junio, una conferencia de obispos católicos romanos de Estados Unidos votó para redactar una declaración sobre la comunión que podría amonestar a los políticos católicos, incluido Biden.
“La comunión no es un premio para los perfectos (…) la comunión es un regalo, la presencia de Jesús y su iglesia”, dijo el Papa. “El aborto es un asesinato (…) Los que practican el aborto matan”.
“En la tercera semana después de la concepción, a menudo incluso antes de que la madre sea consciente (de estar embarazada), todos los órganos ya están (empezando a desarrollarse). Es una vida humana. Y punto. Y esta vida humana tiene que ser respetada. Está muy claro”.
“Científicamente, es una vida humana”.
El Gobierno de Biden pidió formalmente el martes a un juez federal que bloqueara la aplicación de una nueva ley de Texas que prohíbe efectivamente casi todos los abortos en el estado bajo un novedoso diseño legal que, según los opositores, pretende frustrar la impugnación judicial.
La ley, respaldada por los republicanos, prohíbe los abortos realizados una vez que se ha detectado actividad cardíaca en el embrión, normalmente a partir de las seis semanas de gestación, muchas veces antes de que las mujeres sepan que están embarazadas.
Reforma