Después de 16 años como primera ministra de Alemania, la canciller Angela Merkel renunció al cargo dejando tras de sí una huella imborrable luego de asumir el cargo a los 51 años; ella es considerada como la mujer más poderosa del mundo, la líder política más fuerte, superando quizá a algunas de sus antecesoras como Golda Meir (Israel, 1898-1978); a Indira Gandhi (India, 1917-1984), Michelle Bachelet (Chile, 1951), Margaret Thatcher del Reino Unido, entre otras.
Ella nació en la Alemania del este, estudió física cuántica en la Universidad de Leipzig y obtuvo una calificación sobresaliente, estudió un doctorado en la Academia de Ciencias en Berlín logrando en su tesis el Grado Académico Máximo, su carrera política ha sido notable; el idioma ruso y las matemáticas fueron sus asignaturas preferidas. El 18 de enero de 1991 fue nombrada ministra para la mujer y la juventud en el Gobierno del canciller federal Helmut Kohl y siendo ya jefa de Gobierno asistió a 107 Cumbres de la Unión Europea
Su renuncia ha sido calificada como si, “Roma se quedase sin el Vaticano o París sin la Torre Eiffel”, seguramente le parece una comparación exagerada, pero así consideró la renuncia de Merkel el presidente de la Comisión Europea, lo que quiere decir, la mejor estadista del mundo o casi la única.
Angela dejará la cancillería a finales de este año, pero antes, los partidos alemanes deberán llegar a un acuerdo para formar gobierno, así que si no se logra el consenso tal vez la distinguida Canciller continúe en el poder porque ha sido una de las mejores estadistas de este siglo.
Políticamente, Merkel se ha distinguido por no ser ni de derecha ni de izquierda, siempre se ha inclinado por buscar el centro, quienes la conocen estiman que esa postura centralista -que es muy apreciada por los alemanes- lo que la ha mantenido más de 3 lustros en el poder; estuvo bajo un régimen comunista, trabajó por la caída del Muro de Berlín y a pesar de no conocer la Alemania Federal se adaptó perfectamente a ese sistema, pese a ser rechazada y subestimada por los políticos conservadores para ser jefa de Gobierno, algunos la apodaron como “un accidente de la historia”, pese a todo logró ganar la cancillería en 2005 e inició su mandato en un mundo regido por varones alfa, machos, dominantes y viriles.
En sus relaciones políticas con los presidentes sufrió acoso, en una entrevista con el primer mandatario ruso Vladimir Putin, éste mantuvo a su perro negro con ellos, Merkel se mostró medrosa ante el animal, aunque lo superó; George W. Bush tuvo con ella un gesto de familiaridad que la molestó, Donald Trump se negó a darle un saludo de mano, pero ella aprendió que la mejor actitud contra el sexismo es el humor.
Algo que ha distinguido a Angela es su preocupación por los derechos femeninos, algunas mujeres políticas de alto nivel consideran que ha marcado el paso para las mujeres del planeta mostrando que sí podemos vencer los estereotipos que nos discriminan y pretenden disminuirnos.
Merkel es un modelo para las mujeres que deseen involucrarse en política sin aceptar dádivas graciosas de ellos que luego las cobran, porque ella es una política que inspira, se atrevió y lo logró.