El agandalle

La división de poderes en México no había existido en forma real y efectiva sino hasta que en 1988 tiraron del nicho a la Presidencia de la República, en las elecciones federales cuyo resultado trajo el ingreso de la izquierda moderada (ex-pristas) a la Cámara de Diputados.

Antes de esa fecha, el papel del Congreso de la Unión, había sido de ser la comparsa del ejecutivo en sus trapacerías y juegos.

A inicios del siglo XX, los diputados federales que votaron en contra del ascenso de Victoriano Huerta, fueron detenidos y llevados a la plaza de toros para escarmiento y un senador de la república asesinado por denunciar la conjura.

Tiempo después, un grupo de diputados exigía que se aclarara la muerte de Obregón y fueron incluidos en la investigación, en forma ingeniosa por Calles.

Durante la época de la dictadura perfecta definida por Vargas Llosa, los legisladores fueron obedientes y en ocasiones premiados por sus servicios para ser elegidos igual de Senadores, secretarios de estado o gobernadores, en un “sano” equilibrio.

Poco a poco el avance de la derecha y la fuerza del PAN fue presionando a la creación de representantes en el Congreso y surgen los diputados de partido en 1963, bajo las siguientes reglas:” …… el sistema de diputados de partido otorga incentivos a los partidos que logren porcentajes de votación superiores al 2.5%, ya que se les otorgarán 5 diputados si obtienen ese mínimo, más un diputado adicional por cada medio punto por ciento por arriba de esa cifra. Para ello se disponen un máximo de 20 diputados de partido”.

Así las cosas, mientras la sociedad pocos años después, salió a la calle a través de los: ferrocarrileros, maestros, médicos, amas de casa y estudiantes para hacerle saber al gobierno que las cosas estaban mal y que había algo que componer en el esquema político.

En 1977, la sabiduría del pensador mexicano Jesús Reyes Heroles planteó al presidente López Portillo, un esquema de reforma electoral, con la finalidad de no despertar al México bronco a través de la participación de las minorías opositoras en la discusión de las leyes.

Surgieron así los diputados de minoría primeramente llamados, luego de representación proporcional, aconteciendo que en las elecciones de 1979 resultaron electos: 296 diputados del PRI,43 del PAN,10 del PDM,18 del PCM,10 del PST,12 del PARM y 11 del PPS. Cumpliéndose así el sueño de Don Jesús, de una democracia compartida pero controlada.

Cabe señalar que aun cuando existía este esquema el PRI controlaba las cámaras y las elecciones de tal manera que por ejemplo en las elecciones federales al Congreso de 1982 de los 300 diputados por mayoría, fueron ganados por ese partido 299 distritos.

Las cosas iban fluyendo hasta fines de ese sexenio cuando por una escisión en el PRI, salieron del partido: Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, González Pedrero y formaron una coalición tan exitosa que, al conformar alianza con la izquierda moderada y dura, lograron avances significativos en las cámaras hasta llegar a la actual legislatura del arrase y el agandalle morenista.

Por otra parte, el PAN avanzaba desde 1988 y logró obtener una cuota de escaños en ambos esquemas prácticamente desde ese año hasta este fatídico 2024.

El mecanismo de elección para diputados plurinominales ahora prácticamente de mentiritas, se ha modificado de muchas maneras ya que su finalidad obedecía a la proporcionalidad de los resultados de la elección de tal modo que si un partido por ejemplo el PRI en 1979 al haber obtenido 299 de 300 diputados de mayoría, no podía contar con más del 1% de diputados de representación proporcional y de cualquier manera aun con mayoría en las cámaras, existía control constitucional a fin de evitar las ocurrencias de algún loco de poder .

Con el garapiñado que después se hizo de las leyes electorales y posteriormente de la carta magna, llegamos a los esquemas de la sobrerrepresentación amoral que ira por los bats, las pelotas y las bases con todo el poder, pero no la verdadera legitimación moral.

A merced del capricho, la venganza, el resabio de un solo hombre, como en tiempos de los aztecas, tendremos a un tlatoani prestidigitador y ansioso por que se las paguen y no con dinero.

Albert Camus dio la fórmula hace años, pero no logramos entenderla: “La tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios, sino sobre las faltas de los demócratas.”

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