Este año no ha habido semana en que el tema del agua de Saltillo deje de aparecer en diversas cuestiones, la más frecuente ha sido la amenazante e importante escasez para el consumo humano en una población de usuarios que no detiene su crecimiento y con una empresa encargada de la distribución del vital líquido que la extrae de manera excesiva y sin supervisión de quien por ley es responsable de su cuidado, las autoridades municipales en turno.
Se sabe que las sequías son fenómenos naturales que acompañan al cambio climático y que en gran medida son causadas por la misma humanidad y sus descuidos hacia el medio ambiente, pero las autoridades de todos los niveles hacen poco caso de ello, no hay políticas públicas eficientes para prevenirlas y atemperarlas.
Por fortuna han crecido las organizaciones civiles que se preocupan y ocupan de informarse y vigilar al ayuntamiento y a la empresa Agsal que distribuye el agua desde hace más de 20 año que compró las acciones para ejercer esa labor bajo la administración de Oscar Pimentel González.
La prensa local ha publicado numerosas notas durante marzo y abril de este año que denuncian que, gracias a la extracción y distribución del agua de Saltillo, “Agsal ha obtenido riqueza millonaria”, publicado por el colega Memo Flores de Tiempo TV. José Torres Anguiano del Heraldo de Saltillo difundió, “Saltillo necesita un huracán, o el desabasto de agua será inevitable”. Miguel Villarello, de Más Información, “El agua debe ser administrada por el gobierno municipal”. “Estaría Agsal sobreexplotando acuíferos”, entrevista al regidor Raúl Yeverino, regidor del ayuntamiento municipal, único miembro del Cabildo que se ha ocupado de algo que les concierne, los otros o no saben o no les interesa; Zitamar Arellano, de Más Información, “Deberá Agsal informar sobre ocultamiento de información“; en Vanguardia, Nazaul Aramayo, “Viola Agsal derecho humano”; Javier Fuentes, “Refranes y escasez”; Edgar González, “Escasa y lejana, agua disponible para Saltillo, establece acuerdo de Conagua“; Sonia Pérez, El Diario de Coahuila, “Piden no renovar contrato con Agsal”; Perla Sánchez, El Siglo de Torreón, “Fueron más de 120 mil cortes de agua en Saltillo, pese a pandemia”.
Como puede apreciarse la prensa local y nuestro periódico han sido pródigos y generosos en cuanto a la difusión de las fallas, el dispendio y la impunidad de Agsal y eso que no está todo lo que es la sobreexplotación de los pozos -que son la única fuente para el abasto del consumo humano del vital líquido de la ciudad- desde hace años que se evidencian, pero nada hace Aguas de Saltillo ni las autoridades municipales para controlarla.
Las autoridades municipales omiten la adquisición de parte de los dividendos que recibe SIMAS anualmente -a los que el ayuntamiento tiene derecho- para con ellos comprar acciones a Agsal y en todo caso recuperar el control de la distribución del agua.
Durante 2020 y 2021 Agsal ilegalmente realizó más de 120 mil cortes de agua a los usuarios además, las fugas del agua permanecen en el mismo nivel que cuando el organismo privado tomó a cargo la distribución del líquido a la ciudad y la promoción de la cultura del agua que es también obligatoria para el ayuntamiento y Agsal está olvidada y hay algunos cientos de usuarios a los que se les suspendió el suministro de agua por deudas con Agsal lo cual es también ilegal, por cierto quién analiza la calidad del agua que se abastece a los saltillenses.
Desde el 22 de febrero los grupos de ciudadanos de organizaciones por el cuidado del agua han solicitado al alcalde José María Fraustro una audiencia para tratar la problemática con Agsal y es fecha en que no hay respuesta, ¿majestad, hasta cuándo?