Cualquier persona medianamente sensata se puede dar cuenta de que el problema que tenemos encima es, por mucho, el más grave que ha enfrentado nuestro país en muchas décadas.
Todavía es demasiado pronto como para calcular el impacto, pero podemos estar seguros de que tardaremos años en atender las secuelas, sobre todo, en materia de salud pública y de economía.
El problema ocurre por la conjunción de diversas circunstancias, algunas de las cuales son fortuitas, y otras, producto de las malas decisiones del pasado y del presente.
Colocarse en una posición en la que sólo los correligionarios son “buenos e infalibles” y los otros son Satanás, no sirve de nada de cara al trabajo que tenemos todos delante.
El enorme reto que se viene durante los próximos meses, exige de la participación de liderazgos comprometidos que desde distintos frentes ejecuten acciones creativas y de alto impacto, las cuales, nos permitan salir fortalecidos tras la crisis.
Cada uno tiene que dar lo mejor de sí mismo, para poder salir adelante.
Una ganancia que ya está trayendo consigo la pandemia es la certeza que hoy tiene la mayor parte de los mexicanos de que no nos hacía falta ningún mesías redentor para salir adelante.
Hoy, por todos los rincones del país, la gente se está organizando y poniendo en práctica sus valores solidarios para ayudar a quienes más lo necesitan.
No hicieron falta las palabras del ídolo de barro, para que surgieran iniciativas para apoyar, por ejemplo, al personal médico que se está jugando su salud y hasta su vida intentando salvar a quienes han caído enfermos.
La ciudadanía comienza a despertar y a darse cuenta de su verdadero potencial.
Hoy, apelo a esa energía positiva y a esa creatividad solidaria para que salvemos a los changarros ante los enormes desafíos económicos que deberemos enfrentar.
Tenemos con qué, para apoyarlos y salvar los millones de empleos que generan las micro, pequeñas y medianas empresas. Respondamos a la irresponsabilidad, indolencia y frivolidad de unos, con el compromiso y el amor por México de la mayoría.
@marcelotorresc