El derecho a la educación superior.

“La educación pública es uno de los primeros deberes de todo gobierno ilustrado, y sólo los déspotas y tiranos sostienen la ignorancia de los pueblos para más fácilmente abusar de sus derechos” Miguel Ramos Arizpe.

Nuestra Constitución mandata: “Toda la educación que el Estado imparta será gratuita, (Artículo 3° F. IV”). Este precepto constitucional es alegremente violado por las autoridades de la UA de C cada semestre; cuando inician las actividades académicas los rectores, sobre todo el actual se ha dado gusto aumentado las cuotas de ingreso, las inscripciones, semestre a semestre, ya sabemos que el Lic. Flores recibe órdenes del Palacio Rosa y que las aportaciones que el Gobierno estatal debiera entregar o son mínimas o simplemente las cancela, como hace con las del Servicio Médico y las pensiones de los trabajadores de la Educación, y esto gracias a los pagos de intereses a la mega deuda, que sigue aumentando.

Además de los preceptos de nuestras leyes internas México ha suscrito varios tratados internacionales en los que se compromete a considerar los principios universales de generalidad y gratuidad de la educación y las obligaciones que el Estado tiene al respecto.

Por añadidura la ley contempla el derecho de los estudiantes a recibir educación de calidad. Si se toma en cuenta que casi la mitad de la población en este país padece pobreza y de ellos 20 millones sobreviven en pobreza extrema, con un máximo de 2 dólares al día, para todos esos compatriotas acceder a la educación superior es un sueño inalcanzable, no obstante de acuerdo con este principio constitucional, está prohibido establecer impuestos, derechos o cualquier tipo de contribución, la educación no debe tener precio a fin de que no se desaliente a los padres de familia y a los estudiantes a inscribirse en las universidades públicas.

De manera que, señor Blas Flores es usted un violador de nuestras leyes que establecen la gratuidad y la calidad de la educación media superior y superior, cómo se atreve a elevar los costos de las inscripciones hasta 7 mil pesos, un 40 por ciento más de lo que ya costaban, ¿es para seguirles dando entrada a los ricos y a la clase media, excluir a los jóvenes de los estratos populares y seguir pagando los viajes de su alta burocracia a Punta Cana y otros costosos lugares turísticos?

¿Por qué suspendió la entrega del mísero aumento a los jubilados y su retroactivo que debió pagarse el mes de junio? ¿Para ayudar a la campaña de Riquelme? Fue gracias a la presión de los jubilados y que se ampararon que se pago este derecho el mes de julio, de no ser por su lucha ¿se habrían robado también esos recursos? Ni su predecesor que al terminar su mandato se llevó “ilegalmente” millones de pesos hizo lo que usted hace semestre con semestre.

Entiendo que algunos de sus colaboradores defiendan los ilegales aumentos, arguyendo que en la universidad hay alumnos cuyas familias son de muy altos recursos económicos y que ellos pueden pagar, por eso ustedes podrían usar el cerebro para establecer un régimen de equidad y no uno de exclusión como el actual, en todo caso, la institución puede hacer como en otras universidades, realizar estudios socioeconómicos que le permitan tener un perfil claro de sus aspirantes y actuar en consecuencia, pero no se atreven a cobrarles más a los hijos y parientes de directores y de la alta burocracia, la UA de C paga jubilaciones a funcionarios que no tienen derechos, ahí la transparencia es una broma de mal gusto, todo se puede arreglar, don dinero manda.

En la UNAM la cuota de ingreso al bachillerato es de 150 pesos, la de licenciatura de 250 y 200 por reingreso a ese nivel; lo malo es que en la UA de C. nadie protesta, la represión alimenta la sumisión, por eso ahí cunde el sometimiento, el miedo: Que lamentable es ceñirse a la injusticia.

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