El sueño de ser Jefa de Gobierno le duró muy poco a la Delegada de Tlalpan y poco a poco se van acomodando las piezas para que Ricardo Monreal se proclame candidato de MORENA para ganar la Ciudad de México. Claramente el fuego es amigo y ha puesto como centro de atención la catástrofe ocasionada por el sismo del pasado 19 de septiembre en el Colegio Rébsamen.
No está en duda que la corrupción que enredó a la delegación fue la causante de una desgracia que pudo haberse prevenido. Sin embargo, Tlalpan no es la única zona que se vio afectada por las omisiones de los servidores públicos.
Las Colonias Roma y Condesa pertenecientes a la Cuauhtémoc, la Del Valle en la Delegación Benito Juárez o el Barrio de San Gregorio en Xochimilco dan muestra de que el cáncer está esparcido por toda la Ciudad de México pero por causas políticas se centra en una sola. Es necesario que las autoridades aclaren las razones del derrumbe de edificios con escasos meses de construcción. La realidad es que ninguno se salva, en todas estas zonas existen irregularidades causadas por empleados públicos incompetentes y corruptos así como un seguimiento deficiente por parte de los delegados a sus respectivas responsabilidades.
El linchamiento mediático que recae sobre Sheinbaum será totalmente aprovechado por el equipo de Monreal para obtener la candidatura pero debe aprender a cubrirse las espaldas para que no le echen en cara las ineficiencias de su gestión. La hipocresía con la que puede manejarse la próxima elección será infinita. Lo complicado es que ningún otro partido podrá hacerles frente.
La decreciente militancia perredista sumada a la rama liberal panista muy difícilmente tendrá éxito si forman un frente común. Tal vez, y solo tal vez si los partidos emergentes se suman a este bloque tendrían una posibilidad de competir contra MORENA.
No obstante, lo único que se tiene claro en la Ciudad de México es que todavía no hay un plan viable de reconstrucción que respete la dignidad de los damnificados y que la coyuntura política podría llegar a los tribunales si es que se juzga al equipo de Sheinbaum o, incluso a ella misma, que tendría como resultado un camino abierto, aunque no fácil, para las aspiraciones de Monreal (esto solo si la opinión pública no arremete también contra él).
Como siempre, en política no existen sorpresas y, sin duda, la legitimidad ganada por “La Shein” en las encuestas se ha derrumbado por el sismo y definitivamente perdió su oportunidad para ser la próxima Jefa de Gobierno. A pesar de ser un bastión del proyecto de López Obrador, seguir con su candidatura implicaría perder la capital y posiblemente el triunfo de un frente de “la mafia del poder”. Todo depende de quién pegue primero aunque, eso sí, a costa de la desgracia.