En este año 2020 hay elecciones en solo dos entidades: En Hidalgo de alcaldes y en Coahuila de renovación del Congreso.
Ambas entidades son gobernadas por el PRI y en ellas nunca ha habido alternancia política en la gubernatura, por ello, los vicios se han arraigado y de ellos, la corrupción por la impunidad, los tiene sumidos en la desesperanza, el sobreendeudamiento y la criminalidad desde el gobierno.
Coahuila más que Hidalgo, a más de los vicios comunes (del PRI y la corrupción, binomio indisoluble), padece un moreirato que sobrepasa los 14 años de insufrible sangría.
Una de las formas de control e impunidad que en este ilegitimo y violador gobierno de Coahuila se ejercen por la fuerza, es la total manipulación del Congreso (para votar leyes anti Sociedad y anti Familia, para aprobar cuentas públicas aún fraudulentas, para dar cabida al libertinaje y la promiscuidad hechas Ley, para someter y cancelar logros gremiales al Magisterio. Entre otras gracias a lo Moreira).
Los árbitros
Toda la actividad del gobierno de Coahuila tiende a la corrupción y a la criminalidad desde el poder y esto es posible porque, las 4 administraciones del Moreirato: Humberto Moreira Valdés (2005-2011), Jorge Juan Torres López (enero a diciembre del 2011), Rubén Ignacio Moreira Valdez (2011-2017), Miguel Ángel Riquelme Solís (2017-a la fecha), han sido posibles por el fraude electoral.
El actual gobernador es ilegítimo, su elección fue un fraude en toda forma y de fondo. Fue sentado Miguel Riquelme por la fuerza del dinero sucio que embarró muchas manos impuras.
Los árbitros electorales y los tribunales mostraron su peor cara, violaron la Ley con los ojos abiertos y se torcieron para cometer perjurio y traición.
Son unos apátridas los señores del INE México y son unos comerciantes de arrabal los del IEC Coahuila. La FEPADE es una oficina de burócratas y marrulleros.
Árbitro es un estatus que debe significar categoría y ética, pero estos que tenemos dirigidos por Lorenzo Córdova Vianello y por Gabriela María De León Farías, son la peor calaña y el vivo ejemplo de la podredumbre y la hedionda corrupción electoral.
Gabriela es toda Moreira, toda fraude e ilegalidad. Lorenzo es un corrupto ofertado al mejor postor.
¡El desprestigio de los árbitros es total!
Los tribunales
Tanto el Tribunalito (Tribunal Electoral de Coahuila) como el TRIFE, violaron la Constitución y se vendieron al corrupto porque corruptos son. Totalmente entregados a Los Moreira están la mayoría de los magistrados electorales de Coahuila. No hay legalidad ni imparcialidad.
Por ello, validaron el fraude electoral y sentaron a Miguel Riquelme para que protegiera los robos y crímenes de Los Moreira y Viggiano y de su amplía escuela del crimen, priista e institucionalizada.
Cambió para seguir igual
En lo federal, cambió el régimen y con él, cambió el partido en el poder, pero la SCJN sigue integrada mayormente por ministros y jueces vendidos.
La autonomía del Poder Judicial es de papel.
El INE sigue siendo conformado por cuotas y cuates y su calidad de árbitro es altamente cuestionable para las dos elecciones locales del 2020 (Coahuila e Hidalgo). Es un peligro para la elección federal del 2021, en la que a más del Congreso nacional, se elegirán 15 gobernadores y un montón de alcaldes y congresos locales. Lo es para la de gobernador en Coahuila, el 2023.
Condenados
¿En Coahuila estamos condenados a renovar el Congreso y terminar con la elección de más moreiristas y seguir sufriendo el proteccionismo y la impunidad?
La anterior es una pregunta retórica para remarcar la sucia realidad… En Coahuila el gobierno es corrupto. En Coahuila el Congreso está entregado. En Coahuila la oposición se vende. En Coahuila la sociedad se agacha y se conforma.
Estamos fritos y la cocinera es mañosa.
¿Qué nos queda?
¿Qué nos queda entonces para defender la casa de los mafiosos Moreira-Riquelme, que la tienen secuestrada?
Debemos como sociedad abrir los ojos (despertar). Quitarnos el yugo, interesarnos en la política para enderezarla paulatinamente. Saber que el 18 de octubre hay elecciones para elegir a los diputados locales de Coahuila, que el 6 de julio del 2021 hay elecciones federales y que en ellas, a más de senadores y diputados federales, en Coahuila elegimos alcaldes. Y que en el 2023 por fin cambiamos gobernador.
Rebusquemos entre las opciones que los partidos decidieron para ser candidatos a diputados locales, escojamos bien, sepamos quienes son y qué ideas tienen. No permitamos que el PRI-Gobierno piense que nos engañará de nuevo apagando la luz de la elección para ganar de noche con los coahuilenses dormidos
Salgamos a votar, no les dejemos el camino libre a los ladrones.
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