El agua es lo más suave, aún así
puede penetrar tierra y montañas,
lo que muestra claramente que
la suavidad supera la dureza.
Lao Tse
Ayer se conmemoró el Día Mundial del Agua que es el recurso primario para la existencia de la vida en nuestro planeta, el que influye en el desarrollo social, y tecnológico y el bienestar general, esencial para el crecimiento sostenible, sin ella no hay progreso viable, por ello hay un Día Mundial para conmemorarla y evaluar las cuestiones críticas que impulsen su conservación, protección, planificación y gestión, ya que el agua dulce para el consumo humano es muy limitada por lo que es fundamental su uso eficiente para el sostenimiento de la vida en la tierra.
El Foro mundial del Agua se desarrolla este año en Brasilia, Brasil que es un diálogo organizado por el Consejo Mundial del Agua, siendo uno de los eventos de mayor importancia en la agenda internacional del agua tratando los temas que resulten prioritarios en cada región para generar debates y obtener productos (como publicaciones) de casos específicos de cada área.
En 1948 comenzaron los intentos de estudiar de manera sistemática la importancia del suministro de agua potable a las poblaciones y a las zonas áridas, que luego se convirtió en el Proyecto sobre Zonas Áridas en 1956 y posteriormente en el Decenio Hidrológico Internacional (1965-1974) a fin de crear una acción concertada en el suministro y el uso del vital líquido.
Gracias a los logros obtenidos de estos programas, creció el interés por conseguir una eficiente gestión de los recursos hídricos para el desarrollo sostenible y la adaptación de las ciencias hidrológicas a fin de hacer frente al cambio climático previsto y a la preservación del ambiente.
Durante la década de los 70 el Programa Hidrológico Internacional se orientó al desarrollo de técnicas, metodologías y aproximaciones para identificar y medir los componentes de los regímenes hídricos con el objeto de explorar mejor los fenómenos hidrológicos, pero con el tiempo se encauzó hacia el reconocimiento y la adaptación de las ciencias del agua a los cambios de las condiciones climáticas y medioambientales, así como a la la integración de los países menos desarrollados en las iniciativas mundiales de investigación y formación, experimentando posteriormente una profunda transformación, de ser un programa monodisciplinar se convirtió en un amplio programa multidisciplinar e interdisciplinario tras el reconocimiento científico de que la problemática de los problemas hídricos no sólo son de carácter técnico.
Desde 1975 México ha sido miembro del Programa Hidrológico Internacional participando en el desarrollo del mapa de zonas áridas para México, Centro y América del Sur igualmente se ha encargado de la organización de cuatro seminarios de Potamología con el objetivo de evaluar y fomentar el estudio e investigación en las áreas de ingeniería fluvial, hidrología superficial y subterránea.
Por su contribución al estudio de la problemática hídrica México obtuvo la Cátedra UNESCO-IMTA «Agua en la sociedad del conocimiento», cuyo propósito es el compartir el conocimiento y la información sobre el agua con la sociedad realizado seminarios, congresos, publicaciones y manteniendo un sitio web.
El Comité Nacional Mexicano ha auspiciado diversas publicaciones, entre las que se cuentan: Culturas del Agua y Cosmovisión India, la Guía para la construcción de consensos en la gestión integrada del agua, Sequía y cambio climático, Descubre una Cuenca: Río Santiago. Además, México participó en la edición del libro Sistemas Acuíferos Transfronterizos en América (UNESCO, Agua, sociedad y cooperación).
Difundir la cultura del agua aún tiene un largo camino por recorrer y mucho trabajo por hacer en este país, de manera que estos programas deben seguir siendo una prioridad de los gobiernos para que las presentes y futuras generaciones comprendan que su vida depende de vigilar no solo la calidad del agua que consumen, sino la no sobreexplotación de los mantos acuíferos de este país.