Todo aspirante a dictador debe cercenar la libertad de prensa como requisito indispensable para establecer un régimen en el que pueda imponer voluntad, al impedir que las voces disidentes encuentren espacios para la difusión de sus puntos de vista. AMLO lo sabe y por tal motivo ha comenzado su ataque directo a los medios que no comulgan con visión sobre México ni con las acciones que pretende implementar.
Cualquiera en el poder es susceptible de caer en esa tentación y los gobiernos recientes que ha tenido nuestro país han tenido sus desencuentros, algunos más serios que otros, con determinados periodistas o medios de comunicación. Pero, lo de López Obrador tiene rasgos que no se veían desde finales de la década de 1970.
Cuando AMLO utiliza el calificativo “fifí” y lo vincula a los hechos de la “decena trágica” que derivaron en el asesinato del presidente Madero, y afirma que lo utiliza para la prensa, porque está “bien aplicado”, porque le da una “ubicación histórica” porque son “herederos de ese pensamiento y ese proceder”, lo que está haciendo de fondo y forma, es amenazar a todo aquel que se atreva a publicar cualquier asunto que vaya en contra de su voluntad. Eso es grave viniendo de quien, en pocas semanas, jurará defender la Constitución.
Sé que los seguidores del presidente electo -y quienes se le han unido buscando recoger las migajas que caigan al suelo- harán su acostumbrada defensa irracional de su líder supremo. Está bien, tienen derecho a hacerla. Ojalá y lo aprovechen antes de que tampoco ellos puedan decir nada, porque, de no poner un freno, la única voz “no fifí” será la de AMLO.
Descalificar a las voces opositoras y a los medios que no comulgan con sus ideas de esa manera no es congruente con la democracia que intentamos tener los mexicanos. Aquí todo el mundo tiene el derecho de exponer sus ideas; no estar de acuerdo con AMLO no es estar contra México, su bienestar ni su progreso.
En el PAN lucharemos para que la libertad de expresión, conquista histórica de los mexicanos, continúe vigente pese a que no le guste al dictador en ciernes.
Face: marcelotorresc / Tuitter: @marcelotorresc