El futuro en juego

Si es cierto que el ser humano de esta época, no busca trabajo, sino proyectos, y traducimos este pensamiento al momento electoral de México, resulta que este domingo deberíamos ir en la búsqueda de un proyecto que haga de nuestra patria, un mejor lugar para vivir y realizarnos.

Si bien es cierto que las nominaciones son hechas por plataformas de partidos políticos que al final de cuentas no traducen una ideología, ya que luego los candidatos que van de partido en partido no encuentran más doctrina que la motivada por el interés personal y no en el bien común, es redundante comentar que la moda del día está basada en la personalidad del candidato o candidata, para decidir el voto.

El uso de la mercadotecnia en la política y no la propaganda clásica, ha provocado tendencias casuales pasajeras en la intención del voto y también desilusiones al momento del ejercicio del elegido, que solamente era una fachada, pero un interior hueco y testarudo en ocasiones.

Comenta Ikram Antaki, en su “Manual del ciudadano contemporáneo”: “Los mexicanos no hemos vivido suficientemente las palabras que utilizamos, muchos se dejan regir por un viejo resentimiento; la fascinación y la ira del pequeño frente al grande. La gente más peligrosa es aquella que rehace la historia, que desempolva los ritos para renovarlos, que puebla la historia con los muertos. No estoy segura de que las ideas y los ideales guíen al mundo, el azar o las circunstancias son agentes mucho mas poderosos; en enero de 1789, debido a la enfermedad de un diputado monárquico, fue declarada la República Francesa, por mayoría de votos de los republicanos.”

Se ha dicho que por destino estaremos ante la elección más grande de la historia, aunque cada seis años suceda lo mismo, pero, en fin, la importancia de esta elección es precisamente la dualidad de caminos o destinos a los que quieren llevar al país, los partidos políticos. Y se definen en continuidad o cambio, por ello la alusión a Antaki, relacionada con el hecho circunstancial.

Votar libremente solamente es posible si hay madurez en nuestro sueño del futuro y no deviene de la dadiva, el apoyo o la venta del paraíso durante 90 días. Se dice que el pueblo siempre tiene la razón en un sistema democrático, pero falla la percepción, cuando se elige, por ejemplo, a los tiranos que llevaron al mundo a un enfrentamiento bélico y al festín de sangre de la segunda guerra en el siglo XX.

Por ende, son tiempos de unidad nacional, pero entre los ciudadanos, no a través del político y su partido, cuya subsistencia depende del manejo de fondos públicos y que en dado momento pueden poner en peligro el patrimonio familiar de los mexicanos.

Votar es comprometerse por ende y, por lo tanto, requiere de un proceso de reflexión y no en el momento mismo de cruzar la boleta.

El derecho al voto constituye una instancia fundamental de participación, entre las muchas que propone nuestro sistema democrático. Sin duda, tiene una importancia destacada por tratarse al mismo tiempo de un acontecimiento individual y colectivo en el que se enlazan los derechos y los deberes de la ciudadanía.

Hay que recordar que un segundo de duda se traduciría en 6 años de mal gobierno o 3 años de pesadilla legislativa y, por otra parte, no votar engendra el conformismo que sumió al país en una época oscura que perdió las ilusiones de millones de mexicanos.

Por ello se propone una conducta madura al momento de votar a través de las siguientes acciones:

  • Haz la diferencia: votar es muy valioso y puede hacer la diferencia en una elección, muestra una tendencia y expresa tu opinión.
  • Elige a conciencia: escoger representantes honestos, confiables y que representen tus principios, debe ser la premisa si quieres votar de manera responsable.
  • Participa activamente: votar representa una responsabilidad muy grande, recuerda que los candidatos que elijas van a representarte durante los próximos años.
  • Ejerce tu derecho: participar en la democracia es definitivo para el futuro del país, no dejes de lado la oportunidad que tienes de expresar tu opinión.
  • Sé un ejemplo para los demás: ejercer tu derecho debe ser un motivo de orgullo.

 

Comparte con tu familia, amigos y allegados que utilizaste tu derecho al voto y motiva a los demás a hacerlo.

Bueno estimado lector, éxito en tu jornada electoral y que viva la verdadera democracia.

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