Miguel Ángel Riquelme Solís, un pobre lagunero “del montón”, pasó rápido en la vida: de porro universitario, a encargado de los negocios de Los Moreira, (en su ghetto (gueto) plagiado, apodado… gobierno de Coahuila).
Estos asaltantes (Humberto y Rubén Moreira) escogieron a un tipo sin carácter, urgido de sociedad y de dinero (como ellos) y lo hicieron gerente de un moreirato que no acaba (recordemos: transcurrieron antes de este despropósito sexenal, dos fatídicos sexenios Moreira).
Nada mas ha hecho Riquelme el de Moreira, desde hace 3 años y poco mas, que obedecer órdenes, engañar a los conformados coahuilenses y continuar el saqueo inmisericorde a las hipotecadas finanzas estatales.
Triste realidad
Coahuila está sobre endeudado y este tipo (Miguel) lo sigue encharcando en préstamos que ya, con el bote pateado, significan cuatro sexenios de pago de una Mega Deuda-Coahuila.
El presupuesto federal, ese apetitoso botín, se gasta en imagen del gobernador, en viáticos y comilonas, en nóminas obesesas, en empresas fantasma; en los negocios de la larga y golosa familia Moreira.
A robar llegaron Los Moreira y a robar se dedican junto a todo el gabinete impuesto, por eso su gerente le hace al operador cuando ese remedo de gobierno es tan solo un escaparate de los negocios y actividades criminales de los patrones del mal.
Las elecciones
Por ahora todo en Coahuila, desde el gobierno, es promoción y propaganda. Ganar las elecciones del 6 de junio, la parte federal y las 38 alcaldías, es la actividad primaria que se ha convertido en el objetivo del PRI-Gobierno.
Preparan el fraude en las narices de la cooptada oposición y hasta del régimen federal, al que, riendo, desafían.
La sociedad coahuilense, como otras sociedades subyugadas y de corta visión emancipadora, ha sido convencida de que “AMLO es un peligro para México y que, entonces, ya el PRI y los criminales Moreira, son mejor alternativa que votar por MORENA”. En esa crisis existencial, el PAN en Coahuila se convirtió en el aliado predilecto del PRI (y de Moreira) y entonces, el cuento de terror en el que estamos atrapados, parece tener ya un final escrito.
El balance
Soberbia, simulación, mentira, quiebra, saqueo, inseguridad y sobornos, fraude electoral.Un gobierno estatal hecho negocio particular, desde hace 15 años (con un cínico, mentiroso y corrupto gerente “que administra el caos y el engaño”, son el balance fatal en Coahuila.
La sierra arde desde hace muchos días y la indolencia es tal que se anuncia un avión apagador, solo por que hay gira presidencial.
No hay posibilidad de un rescate para Coahuila del secuestro Moreira (no lo veo en el nublado horizonte), no lo hay, teniendo a un patético y chaparro gerente que representa a una gavilla de sicarios políticos y ladrones profesionales, que significan la vergüenza de lo que Coahuila fue, de lo que Coahuila era por sus prohombres y visionarios de antaño.
¡Tenemos el gobierno que merecemos, es esta una terrible realidad!