Miguel Riquelme, como bien lo ha descrito el joven activista social Jona Palacios, es el desaparecedor de desaparecidos y desaparecidas.
No le falta razón a Jona. En los más de cuatro años que lleva al mando de la administración estatal, Miguel Riquelme ha demostrado con hechos el lema de su campaña como candidato a la gubernatura de Coahuila: “MENOS POLÍTICA, MÁS CARÁCTER”. Ahora los coahuilenses sabemos y padecemos lo que él entiende por carácter: represión y autoritarismo para desaparecer todo señalamiento de sus omisiones, irresponsabilidades y pésimos actos de gobierno.
Obsesionado por poder mantener la mentira pagada con el dinero de los coahuilenses, de que es el gobernador “mejor evaluado” de México, Miguel Riquelme se ha propuesto desaparecer toda evidencia contraria a esa falacia.
Con lujo de violencia desapareció el plantón de trabajadores de la educación, que durante 135 días, del 3 de mayo al 14 de septiembre de 2021, expuso las carencias, deficiencias, irregularidades y desvíos de recursos de las Instituciones de Seguridad Social de los Trabajadores de la Educación de Coahuila.
Para brindar protección a los causantes del saqueo en los fondos magisteriales, cierra ojos y oídos a los constantes reclamos de presentar resultados respecto a las “investigaciones realizadas” en torno a las 16 denuncias penales, presentadas por la Auditoría Superior del Estado sobre el quebranto de más de mil trecientos millones de pesos a esos fondos. Y por lo que parece, pretende desaparecer todo rastro de esas denuncias.
Desaparece y cancela las mesas de diálogo en las que se le demuestra, con informes de funcionarios designados por él y por autoridades universitarias, las deudas de más de cinco mil millones de pesos que su gobierno, la UAdeC y la UAAAN deben a la Dirección de Pensiones y al Servicio Médico de los Trabajadores de la Educación.
Desaparece las evidencias que se le muestran sobre los más de ochenta y nueve millones de pesos que se adeudan a más de 600 agremiados a la Sección 38 del SNTE (pensionados y deudos de fallecidos) por las Pólizas de Seguro, Retiro y Defunción que les corresponden por más de 30 años de servicio.
Desaparece los reclamos de agremiados a dicha Sección por la falta de créditos y apoyos para construcción o adquisición de vivienda, porque la institución que debería otorgarles esos créditos, el FOVI, está en quiebra por el saqueo inmisericorde que han hecho los dirigentes sindicales del SNTE.
Desaparece, como su antecesor, todo rastro que lleve a esclarecer la ilegal deuda pública del estado, que no disminuye, aunque se han pagado decenas de miles de millones de pesos por intereses, y actualmente se deben más de cuarenta y tres mil millones de pesos.
Por si lo anterior fuera poco, el día de ayer ordenó desaparecer, con la fuerza policial, las lonas, fotografías y pancartas alusivas a diversas demandas, reclamos y señalamientos expuestos por agrupaciones ciudadanas, como los familiares de desaparecidas y desaparecidos en Coahuila (FUNDEC) y la Coalición de Trabajadores de la Educación de Coahuila, entre otras. Por eso el colectivo TODAS LAS VOCES, TODAS LAS LUCHAS hizo público el siguiente pronunciamiento.
“Reprobamos rotundamente el nuevo acto dictatorial y represor del Gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, al ordenar el retiro y desmantelamiento el día de hoy, 9 de mayo de 2022, de todas las lonas, fotografías y pancartas con demandas sociales, colocadas por agrupaciones ciudadanas en la Plaza de Armas de Saltillo, bajo excusa de festejar el Día de las Madres con un concierto del cantante Julión Álvarez.
Quienes integramos TODAS LAS VOCES, TODAS LAS LUCHAS somos organizaciones y colectivos que trabajamos en la defensa y atención de personas migrantes y refugiadas, víctimas de desaparición forzada, defensores del medio ambiente, víctimas de violencia feminicida, trabajadores de la educación demandando seguridad social, comunidad LGBTI+, mineros, pepenadores, trabajadores, obreros, mujeres y hombres de la ciudadanía en general del estado de Coahuila de Zaragoza.
Nuestras causas, manifestaciones y protestas vienen desde hace muchos años. El secuestro de la principal plaza pública del estado, la imposición de vallas para impedir el acceso de la ciudadanía al entorno del Palacio de Gobierno, la represión contra el gremio magisterial que en un plantón pacífico se manifestaba en la Plaza, vinieron a sumarse a la multiplicación de personas desaparecidas, abusos policiales, falta de servicios médicos, violencia e inseguridad en el estado, proliferación de la venta de cristal y la violación del derecho al agua en nuestras comunidades.
Condenamos este nuevo atropello y rechazamos esta despótica y cínica falta de respeto de Miguel Riquelme Solís para nuestras luchas por la verdad, la libertad y la justicia.
Tenemos derecho a protestar y a defender derechos.
Exigimos que se reinstalen nuestros mensajes y que en lugar de represión se den soluciones a las muchas demandas ciudadanas.
Manifestarse y protestar es nuestro derecho; reprimir es un delito.
TODAS LAS VOCES, TODAS LAS LUCHAS”