¿A qué llegó el novo líder tricolor (tan distinto, tan extraño, tan pragmático), a liquidar al PRI frente a los testigos ojos del público, ante los inciertos rostros de los partidarios sumisos y extraviados, (gritando auto-crítica y procesos democráticos); es esta una crónica anunciada, vino a entregar la presidencia de la república, “en pacto cumplido”; en histórica cesión fabulada?
Un tecnócrata (Enrique Ochoa) releva al político (Manlio Beltrones), y con él, a toda la clase política, ahora desplazada, esa que llevó al PRI a presidir el país por 70 años; en una primear etapa , y luego de una alternancia doble (bi-sexenal), de otra por estos cuatro años ejercidos, de seis electos.
Históricamente ha mandado la política en el PRI. Pero el paradigma fue violentado, desde fuera: Así, por la vía del exfuncionario ultra poderoso, Luis Videgaray Caso, llega al poder en el tricolor quien fungía como director de la CFE, cargo al que había accedido dejando la dirección general de presupuesto de SHCP.
Un técnico en toda forma (y en todo fondo), Enrique Ochoa Reza (economista por el ITAM, abogado por la UNAM; máster y doctor en ciencia política por la Universidad de Nueva york); acomete una empresa atípica, un reto deformatorio en su carrera; dirigir un partido político. Le inventaron una credencial de militante, para justificar. Como buen técnico, se hizo la número #0003. Antes de él,… solo Manuel Pérez Treviño y Basilio Vadillo.
Y es que Manlio y su estrategia fracasaron. Hay que advertir, que un hombre tan experimentado, hábil y mañoso, tomó un tren en marcha, a punto de descarrilar…, pero lo hizo con los ojos bien abiertos. Aun así (con los gobernadores sueltos y corruptos, con el gobierno federal desprestigiado y débil), prometió ganar 9 gubernaturas, de doce que se jugaban; en histórica y atípica contienda. Recordemos aquel tan cercano junio del 2016 y “la derrota Sonora” (apenas tres meses transcurridos, que ya parecen lejanos, ante nuestra corta y conveniente memoria; tan a la mexicana).
Al “líder” por sus frases: “El 99.9 % de los priistas son honestos”. “En el PRI no caben los corruptos”. “Vamos a seguir señalando en el PRI, los actos de corrupción e impunidad”. “Garantizaremos la transparencia y rendición de cuentas de gobiernos que emanan del PRI”. “En el PRI no nos van a detener, seguimos trabajando a favor de a la transparencia”. “En el PRI nacional seguiremos la lucha contra la corrupción e impunidad en el país”. “El PRI irá contra diputados que operen moches”.
Con estas tan ligeras como fantasiosas ideas del señor Ochoa lo podemos juzgar. Y hay que decir, su ignorancia política, su desconocimiento de la realidad del país, su absoluta ceguera de la vida tricolor que no conoció nunca; no lo eximen de parecer cínico, mentiroso, ilusionista y cirquero. ¿Los técnicos ven y viven un México distinto (no corrupto, transparente e impune). ¿Su milagrosa llegada al PRI lo autoriza a ver lo que nadie ve? ¿Su cargo incluye prestidigitación y malabarismo?
Luego de estas máximas y frases inmortales del señor Ochoa Reza, de sus insultos a la inteligencia del respetable, de su ausencia de sensibilidad política y del desplazamiento que con su arribo abrupto se da a la clase política que aun sostiene al tambaleante edifico de San Cosme en el DF y a su monolítica estructura regional, en manos de los corruptos y soberbios gobernadores; no nos queda más que concluir que este presidente del CEN del PRI, será el liquidador del tricolor, que su llegada al liderato, parece una ofrenda inequívoca, a la alternancia que regresa por su fueros en el 2018. A la vuelta de la esquina electoral.
Para rematar el patético y triste panorama para los descoloridos tricolores del país, hay que saber que recién cobró su generosísima liquidación en CFE, el señor Enrique Ochoa. Y pueden pensar que somos negativos, pero una pregunta me quema ¿cobras liquidación cuando tu renuncias, ésta es completa y amplia?
La nota de PROCESO: “El 8 de junio del 2016 fue el último día de EOR al frente de la CFE. En esa fecha, muy decidido, él acudió a la gerencia de relaciones laborales de la empresa y pidió que se le diera el finiquito “más amplio y eficaz”: un millón 725 mil 209 pesos. Pero no se preocupen, porque le tendrían que restar impuestos a ese chequesote…por lo que la “eficaz” liquidación quedó reducida a tan solo un millón 206 mil 271 pesitos”. (Ochoa trabajó por dos años y 155 días en la empresa, no los tres obligados). ¿A cuántos meses de salario equivale la liquidación?
Somos testigos de un malévolo liquidador partidario, liquidado en su paso por la CFE, con generosidad extrema por el deficitario gobierno. Su trabajo de crecer a la CFE para luego desmembrarla y dejarla lista para la venta, fue compensado. ¿Quién compensará al PRI, cuando lo fragmente y deje liquidado?
PD. Ayer suspendieron los derechos partidarios a Javier Duarte de Ochoa, aún gobernador troglodita de Veracruz. Con él, a varios de sus compinches en el gobierno. De ahí a la expulsión, de ahí a que la PGR se manifieste y lo juzgue, hay mucho trecho De ahí a que sigan los otros vándalos y sanguijuelas chupa presupuesto, sigan el mismo camino, se acabarán los días (Los Moreira, el otro Duarte, Egidio, los ahora exGober Borge, Padrés, Rodrigo Medina, etc., etc.). Señor Ochoa, ¿usted reza o solo liquida?
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