El día que comenzó la guerra rusa en contra de Ucrania ingenuamente y con genuino enojo, me atreví a escribir en mi columna: Alto a la guerra, con la obvia intención de difundir la necesidad de la paz, entonces me pareció una locura de mi parte, ¿quién podría atender? Felizmente el mundo se ha movilizado, por supuesto no ha sido gracias a mi convocatoria sino a la convicción de que el conflicto armado perjudica y es una real amenaza al planeta y aún en Moscú esta semana se sumaron a los millones de personas en el mundo que exigen un cese de las acciones bélicas y demandan a Putin solución diplomática civilizada, si es que ese monstruo alcanza a entender qué significa esto.
El G7, formado por los 7 países líderes del planeta (Rusia fue inhabilitado del Grupo en 2014), el G7 decía, ha impuesto sanciones al país ruso a fin de, “aislar a Rusia a nivel político, económico y financiero” declaró el director de la agrupación, las sanciones han tenido efectos nocivos en los bancos, devaluaciones en la moneda, lo que ha afectado con dureza el presupuesto de guerra de Putin, y la gente común está sufriendo para conseguir dinero de los cajeros, para su diaria sobrevivencia.
Miembros del G7 declaran que, “Putin también ha subestimado la unidad y la determinación de Occidente”, agregaron que las presiones se intensificarán, acusan a Putin de “haber destrozado la paz mundial”. Por su parte, Estados Unidos y Canadá prohibieron este lunes realizar cualquier tipo de transacción financiera con el Banco Central de Rusia e inmovilizar todos los activos que ese Banco Central tiene en su territorio o en manos de estadunidenses, como una nueva respuesta a la invasión de Ucrania.
El presidente de Rusia desde sus palacios pone en alerta sus “ejércitos de disuasión”, que atacarían con armas nucleares, lo cual ha sido calificado por los líderes europeos como irresponsable e inaceptable.
Lo que se vislumbra en los propósitos de Vladimir Putin es -en su alianza probable con China ahora líder mundial- ante un panorama de debilidad de la hegemonía mundial de los Estados Unidos es conseguir reforzar su liderazgo en el suministro del gas a Europa del que depende absolutamente y sin el cual morirían de frío y hambre, por lo que los líderes de la Unión Europea (UE) sesionan día y noche para tomar decisiones, una de ellas, ha sido sumar a Ucrania a su red eléctrica que genera su electricidad principalmente en cuatro reactores nucleares y que se desconecte de Rusia para asegurar la electricidad de Europa; actualmente la Unión obtiene de Rusia el 40% de sus importaciones de gas, el 25 por ciento de las de petróleo y el 46 por ciento de las de hulla, los principales gasoductos pasan por el territorio de Ucrania.
La dependencia de energía de algunos países de Europa es, por decir lo menos total, sería el caso de Finlandia que obtiene el 94% de su gas natural de su vecina Rusia, Alemania, el mayor país industrializado de la UE recibe el 50%, aunque los dirigentes de la UE exponen que necesitan independizarse del suministro energético ruso lo antes posible, sin embargo, las alternativas son limitadas y Rusia lo sabe por lo que los supone atados de pies y manos.
Ante la ofensiva del ataque ruso miles de ucranianos se han visto obligados a huir de su país a pie, en trenes o en autos, en lo que tienen a mano, los emigrantes fueron acogidos en Polonia que recibió a unos 280 mil, Hungría, Moldavia, Rumania y Eslovaquia se sumaron a la ayuda.
El mundo exige paz, manifestantes demandan: GUERRA NO. ALTO PUTIN. Los rusos en Ucrania no atacan solo instalaciones militares, también lo hacen a guarderías, hospitales, los refugios en donde se protege la gente, la población implora,inmovilizar todos los activos que el Banco Central de Rusia tiene en su territorio o en manos de estadunidenses. Necesitamos ayuda de otros países, algunos rusos deploran la guerra de Putin. Fuera el tirano que pretende convertirse en soberano del mundo, fuera, esos tiempos ya pasaron.