La cosa iba requetebién, AMLO en su plan de sucesión anticipada, tenía hincados a los dirigentes opositores, estos tipos (Alito, Marko y Jesús) ya comían de la mano de MORENA.
Diferentes razones y estrategias dieron los frutos que el presidente deseaba: a los del PRI había que asustarlos con procesos judiciales y cárcel, a los del PAN había que arrinconarlos y evidenciar que para las reformas legislativas aceptaron y aceptan sobres amarillos, a los del PRD había que darles respiración boca a boca y no dejarlos morir (aunque ya huelan mal).
Luego… algo sucedió.
Unas fuerzas exógenas empoderaron el esquema, organizaron en pocos días el desmadre opositor convirtiéndolo en un Frente Amplio “por México”. Del epicentro del desmadre, pasamos raudos a recobrar un tanto del ser oposición, real, ante la aplanadora en que se ha convertido MORENA.
Las corcholatas se enfrentan a los fames, los fames andan en la escena y las corcholatas entendiendo apenas cómo jugar cuando al terreno arribaron otros jugadores rudos, todo cuando se acaban los días de simulación.
Corruptos
Los jugadores siguen siendo los mismos (partidos políticos, desgastados y corrompidos), solo que la alianza opositora ahora tiene head coach de alto nivel y con dinero. No nos equivoquemos, el PRI sigue siendo corruptísimo y con dirigentes despreciables, el PAN continúa siendo comparsa agachada, y el PRD, ese partido ha muerto sin que les avisen (AMLO odia sus primeras partes y las liquida para ver si olvidan su origen).
A los corruptos es muy fácil comprarlos, son delincuentes de por sí, una apretada judicial y flojitos se sientan a platicar; más, a cambio de impunidad a sus carreras delictuosas y de pluris para el fuero.
Así ha sido y es para las reformas legislativas, para militarizar y para endilgar libros doctrinarios.
López Obrador prometió en campaña restaurar la justicia y mintió, solo la usa para someter a opositores, para debilitar a empresarios y periodistas. Hizo una consulta para ver si juzgaba a expresidentes y fue solo una finta para engarrotarlos, como si la justicia requiere de referéndums (“no me vengan con que la ley es la ley”).
López Obrador tuvo en su manos la oportunidad de quitar el ominoso fuero al presidente, gobernadores y legisladores, para que nadie se sienta protegido por la ley ante sus carreras delictivas, desde el gobierno; pero a López le ganaron los compromisos, y el fuero sigue (el general Carlos Fuero Unda, valiente militar y honesto político, gobernador de Coahuila, Durango, Nuevo León, Chihuahua, moriría de nuevo al ver como su apellido es usado para fines tan aviesos).
Otra venta
La historia se repite, AMLO arrincona con la FGR al trío corrupto en la dirigencia del PRI (Alito, Gordo Moreira y la Viggiano), ya lo hizo antes y le funcionó.
Un nuevo cateo a las corruptas propiedades de Alejandro Moreno en Campeche y a las de Carolina Viggiano en Hidalgo, reactivar el caso de la corrupción del sexenio de Rubén Moreira en Coahuila y tantán, hincados de nuevo y dispuestos a operar en Plan B de AMLO contra el Frente Opositor: ¡Fracturarlos!
Por eso el enojo en la cúpula, esa donde solo aparece Claudio X González, pero que es de varios picudos, por eso las declaraciones de Claudio que terminaron en un teatro de Alito rasgándose las vestiduras.
Se vendieron otra vez, no lo ven, ciegos. Y es que odian a Xóchitl, tanto en la dirigencia del PRI como en Palacio Nacional, por eso el desorden de los descartes de aspirantes en el FAM, por eso el PRD enojado por las formas, por eso este Plan B de fracturar está funcionando.
Viggiano trae pleito hidalguense con Gálvez y ella cuando grita achica al Gordo y a su Alito, por eso reventaron antes a Osorio, también de Hidalgo y también con historia sentimental con Carolina.
Plan B
Que mal terminó el llamar a una segunda idea, Plan B, contaminaron la segunda alternativa de cualquier cosa, corrompiendo el término por parecer actos malvados de ysq.
Un Plan B para desarticular al árbitro y a los órganos autónomos, un Plan B para militarizar el país, un Plan B para fracturar al bloque opositor por la vía de corruptos que se venden. Un Plan B para imponer los libros de texto, los doctrinarios (Coahuila ya se rajó y repartirá los libros, el Gordo se vende y Riquelme es un mandado).
Si el llamado a un Plan C electoral es “voto masivo por MORENA”, ¿cuál será el Plan C contra el FAM y Xóchitl?, da miedo el solo pensar en las posibilidades.