El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ofreció este lunes asilo político al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, tras el fallo del tribunal británico que rechazó su extradición a Estados Unidos.
“Voy a pedirle al secretario de Relaciones Exteriores que haga los trámites correspondientes para que se solicite al Gobierno de Reino Unido la posibilidad de que el señor Assange quede en libertad y que México le ofrece asilo político”, anunció el presidente en su rueda de prensa matutina.
La declaración de López Obrador ocurre horas después de revelarse que un tribunal de Reino Unido negó la extradición a Estados Unidos de Assange, acusado por ese país de presunto espionaje e intrusión informática.
La Fiscalía británica, en representación de la Administración de EE. UU., ya ha indicado que recurrirá, dentro del plazo previsto de catorce días, el fallo emitido a primera hora de este lunes por Baraitser, que denegó la extradición al considerar que el informático de 49 años presenta riesgo de suicidio.
“Celebro primero que en Inglaterra se haya dado protección al señor Assange, que no se haya autorizado la extradición a Estados Unidos, creo que es un triunfo de la Justicia, celebro el que en Inglaterra se actúe de esa forma porque Assange es un periodista y merece una oportunidad”, opinó López Obrador.
En el pasado, el líder izquierdista se congratuló por las filtraciones de WikiLeaks sobre México cuando él era opositor de los Gobiernos anteriores.
Por ello, reiteró este lunes que él está a favor del “perdón, indulto y asilo” de Assange.
“Con lo que significa el derecho de asilo y nuestra tradición, que es protección, pero al mismo tiempo la responsabilidad de cuidar que el que recibe el asilo no intervenga, no interfiera en asuntos políticos de ningún país, nosotros estaríamos en condiciones de ofrecer este asilo”, expuso.
La jueza británica Baraitser decidirá este miércoles si concede la libertad condicional al fundador de WikiLeaks, quien aún está en prisión provisional.
Estados Unidos aspira a procesar a Assange por 17 delitos al amparo de su ley de espionaje y uno por la ley de fraude y abuso informático, sobre todo por la difusión en 2010 y 2011 (aunque ahora amplía el periodo de 2007 a 2015) de registros militares y otros documentos confidenciales.
Tras más de una década encerrado en territorio británico, Assange, que siguió la vista desde el banquillo de los acusados, se secó la frente al oír el dictamen de Baraitser, mientras que su pareja y madre de dos de sus hijos, Stella Moris, rompió a llorar.
Agencia EFE