La economía de Estados Unidos creció el 1.1 por ciento en el primer trimestre de 2023, menos de lo esperado, según el cálculo del Producto Interior Bruto publicado este jueves por la Oficina de Análisis Económico (BEA, en inglés) del Gobierno.
De esta manera la primera economía del mundo ralentizó su crecimiento tras experimentar un aumento del PIB del 2.6 por ciento en el último trimestre de 2022.
Según la BEA, el crecimiento en los tres primeros meses de 2023 refleja un aumento del gasto gubernamental y en consumo, además de un incremento de las exportaciones, entre otros.
El gasto en consumo se vio espoleado por la subidas tanto en bienes como en servicios: En el caso de los bienes, crecieron las compras de vehículos de motor, mientras que en el de los servicios hubo más gasto relacionado con la alimentación y la atención sanitaria.
La desaceleración respecto al trimestre anterior fue debida a un descenso en las inversiones de inventarios privados, es decir, el dinero que se gastan las empresas en adquirir existencias para su inventario que más tarde planean comercializar, y en la inversión fija residencial, que son las compras de instalaciones residenciales privadas que tienen en su poder los caseros y son alquiladas.
Con estos datos, la economía de Estados Unidos lleva dos trimestres seguidos moderando su crecimiento, tras salir de la recesión en el tercer trimestre de 2022. El país norteamericano cerró el año pasado con un crecimiento del 2.1 por ciento.
Tras los datos de hoy, la economía de Estados Unidos da señales de enfriamiento tras la última subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed), que fue en marzo y de 0.25 puntos -la novena en un año-, para moderar la inflación, pese a las turbulencias en el sistema bancario.
El mes pasado, la tasa de desempleo bajó una décima y se situó en el 3.5 por ciento, mientras que la inflación siguió bajando -por noveno mes consecutivo- hasta el 5 por ciento.
Los datos el PIB se dan a conocer después de que el miércoles la Cámara Baja de Estados Unidos, de mayoría republicana, aprobara un proyecto de ley para subir el techo de deuda a cambio de amplios recortes del gasto público, si bien la iniciativa tiene pocos visos de prosperar en el Senado, donde los demócratas son mayoría.
El proyecto busca dar respuesta a uno de los desafíos más urgentes del país, que el pasado enero alcanzó ese límite al dinero que el Gobierno puede pedir prestado legalmente, lo que amenaza con abocar a la primera economía del mundo a un impago de su deuda pública, lo que podría desencadenar una recesión.