Una vez me comentaba un funcionario experimentado que en política todo es posible, aunque no todo mundo se atreve a llegar a esos límites, sin embargo, analizando los acontecimientos en ese marco, nos damos cuenta de que los políticos coahuilenses se cuecen aparte.
NUEVOS FUNCIONARIOS.- Para empezar y siguiendo la promesa del gobernador Jiménez de renovar la Administración Estatal a partir de las elecciones de junio, vemos en los últimos nombramientos que la continuidad, por una parte, y los mensajes directos por otro lado, han motivado los mismos y vamos, por partes a Cristina Amezcua la confirman como secretaria de Turismo después de su derrota en las urnas y a su vez reconocen a una funcionaria eficaz de la dependencia para llevarla a una subsecretaria. Los mensajes entonces parten desde la SEDU, ya que fueron removidos de sus cargos dos subsecretarios de Educación media y superior y colocados alfiles de Garza Fishburn enviando el mensaje al grupo de la familia “M” en forma contundente. Quedan aún varios coágulos de Carlitos, en esa dependencia y en otras más, por lo que la labor de Manolo, hijo, va a estar muy movida en los últimos tiempos y de ahí entonces a gobernar sin lastres, pero también sin presupuestos. Válgame.
TRANSAS EN LA UA DE C.- La otrora escuela de cuadros del PRI, experimentó que funcionó muy bien con el último Rector, pero que al parecer ya los zombis resucitaron y se fueron a Morena, amaneció el pasado 30 de junio con la noticia por parte de la Auditoria Superior de la Federación en el sentido de proceder en contra de los administradores de los dineros universitarios, debido a que no se han solventado las irregularidades cometidas en su ejercicio que a la fecha suman 4 mil millones de pesos, entre los que se incluyen a Jesús Ochoa, Jorge Alanís y Salvador Hernández, este último ex rector guerrillero.
Dicen los enterados que no es necesario buscarle tanto, sino solo rascar la cascarita y darse una vuelta a un restaurante al norte de la ciudad donde venden opíparos desayunos cerca del Blvd. Narro Robles, que es uno de los negocios en los que Chuy y Jorge son socios, entre otros más distribuidos en edificios de otra avenida muy transitada y con gran valor comercial, con lo son las plazas del boulevard Colosio. Muy listillos salieron los tipos y como decía un ex gobernador: nadie trabaja de gorra, solo que algunos se bañan.
EL ENTIERRO DEL PRI.- A partir de los sucesos del domingo 7 de julio, se participa que el PRI ha dejado de existir como partido y se transforma en una concesión política en la que parte de los socios son aliados de Alito Moreno.
Por más que a nivel local se haya dado a conocer, a través de las cajas chinas, que el PRI esta hoy más que fuerte en Coahuila, la realidad los muerde y por ahí andan deambulando las viudas perdedoras de la elección del 2 de junio, buscando al menos la migaja de una subsecretaria o instituto para guarnecerse.
Lo cierto es que en la política comarcana Rubén quiso estirar la liga lo más posible e imponer sus candidatos y solo obtuvo que esta se rompiera ante la habilidad de los consejeros del gobernador, que van demostrando pian pianito, que están dispuestos a enfrentarlo con inteligencia y no con mañas como las que está acostumbrado a hacer.
El ex dictadorzuelo de Coahuila, les hizo la jugada a varios de sus aliados y provoco, se dice, el rompimiento con personajes incluso de su círculo cercano como el mal encarado Riquelme.
Hoy desde el PRI y acarreando a lo más lúgubre de la política local, Aguillón incluido, Rubén sale a declarar que él estará en el proyecto de Alito, porque: “si él decide la reelección, yo lo voy a apoyar. Necesitamos una dirigencia que de rumbo (sic) al mandato de cambiar al partido y con todos los personajes que yo he visto enfrente, ninguno daría esa viabilidad.”
Está más que comprobada la jugada de quedarse con el partido para lucrar con los acuerdos y no para ganar espacios y la venganza política consolidada en contra de Beltrones quien entregó la documentación de la deuda de Coahuila al difunto Guadiana en 2011.
Así las cosas, en la política estatal humeante y pestilente, cuyos lodos evitan el avance necesario de gobernar por la virtud y no por la ocurrencia. Platón dio la fórmula hace muchos siglos, al decir que la política se convierte en la auxiliar de la moral, a la que le está de algún modo subordinada y que vendría a ser el máximo instrumento de la realización en el mundo de un orden moral. Gran sueño.