En Saltillo, Coahuila, la fe y devoción en torno a la imagen del Santo Cristo de la Capilla atrae a propios y extraños. Fieles católicos de todas partes se congregan cada 6 de agosto para adorar a la imagen en espera de un milagro.
La historia relata que la imagen del Santo Cristo fue traída a Saltillo en marzo de 1608 por el comerciante Santos Rojo de la feria de Jalapa, Veracruz, aunque algunas versiones señalan que llegó sola a “lomo de mula” hace 415 años.
Como cada año, Saltillo tendrá una de sus fiestas religiosas más importantes de la ciudad, pues en los alrededores la Catedral de Santiago y su capilla se han instalado comerciantes y preparado gran vendimia para los fieles católicos.
Sus milagros se proyectan con una serie de ofrendas representadas en piezas de metal conocidos como exvotos, que han sido depositados en la capilla en reconocimiento por haberles concedido sus peticiones.