Esto sucede en esta capital coahuilense, donde la represión por la libertad de expresión como la que tuvieron los maestros, por plantear su inconformidad por el robo de sus derechos como pensión, salud, vivienda, préstamos y que de cada rubro de estos han sido saqueados por sus dirigentes, así como de dos hermanos ex gobernadores a los trabajadores de la educación adscritos a la Sección 38 del sindicato de maestros, el SNTE.
El plantón que tenían en la explanada de la Plaza de Armas de 135 días con sus noches, pero como ya era demasiado tiempo, al gobernador les empezaron a estorbar así, que dio la orden a policías de los diferentes órdenes de seguridad, que los desalojaran por emboscada a las 3 am el 14 de septiembre, los trataron como criminales, por exigir sus derechos que les han sido violentados desde hace más de una década pero siguen peor en sus adeudos con ellos, junto al servicio médico que está de más de saqueado.
Los desalojaron porque entorpecerían las fotografías y la imagen del Palacio de Gobierno para el día siguiente que era el Grito de Independencia, del día 15 de septiembre, uno de sus líderes de este movimiento llamado Coalición de Maestros encabezado por Gustavo García Torres, le inventaron cargos esta vez hasta ridículamente que traían explosivos.
De verdad que se aventaron la dominguera, tanto el señor gobernador como el casi oficial candidato a gobernador Manolo Jiménez hoy alcalde de Saltillo, ¿no se habrán dado cuenta que esto resta muchos votos?, ¿y que están pisándole los callos los de la oposición encabezados con Morena? Que los coahuilenses ya no quieren más represiones sino libertad de expresión y recuperar este espacio que es así en mayúsculas PÚBLICO, que da muy mala imagen ese cerco permanente, cuando es esta escenografía predilecta para las fotografías de los turistas, ya que de ahí se retrata tanto el Palacio de Gobierno, como la catedral y sus emblemáticas palomas, los ciudadanos de a pie nos sentimos intimidados con tanto policía encapuchado y fuertemente armados para intimidarnos a quienes por necesidad tenemos que pasar por este espacio y que al carecer de banqueta ponen hasta en peligro al transeúnte.
Pésima decisión es esta de acordonar esta plaza pública, dan la impresión de temer a los maestros jubilados muchos de los que protestan adultos mayores y hasta octogenarios, que luchan por sus adeudos y por un servicio de salud mejor.
Si un gobierno le teme a los que nos enseñaron en nuestros grados académicos, y que no se les ha sabido a ninguno de ellos que utilicen la violencia para hacerse escuchar por parte del gobernador, de sus derechos y pensiones, ese gobierno se convierte en represor, critican al Gobierno Federal de ser así, se les olvida que aquí están aplicando lo mismo que critican.
LA PLAZA DE ARMAS DE SALTILLO, COAHUILA ES DE TODOS
Como si fuera dueño de ese tan importante espacio para los saltillenses y sus paseantes el gobernador Miguel Ángel Riquelme ha decidido atribuirse el espacio y tiene una veintena de policías fuertemente armados, porque ahora resulta que los ciudadanos de a pie y hasta los niños que solían pasearse con sus padres los domingos y comprar algún globo y golosina, también representan un peligro para el gobernador, porque ese mensaje es el que manda con esta actitud.
Esta plaza pública la principal de la ciudad, se encuentra hasta hoy secuestrada, fatal imagen para cualquier turista ¡Cuánto miedo es que le reclamen al gobierno lo robado a este sindicato de trabajadores de la educación adscritos a la Sección 38 del magisterio! Lo peor que su actual líder sigue igual, desplumando las cuentas de pensiones de los trabajadores de la educación, desde maestros, personal administrativo, de limpieza de diferentes escuelas y universidades como la UAdeC y la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro.
El sábado dos de octubre se llevó a cabo una marcha por ciudadanos y diferentes colectivos, así como algunos miembros de diferentes partidos, entre ellos iba el ex Obispo Raúl Vera, gente de Derechos Humanos, etc., para exigir la liberación de este espacio público, sólo lograron que les retiraran las vallas de la plaza Tlaxcala que se encuentra a espaldas del Palacio de Gobierno para que se expresaran, por la molestia que ocasiona el tener secuestrada la Plaza de Armas.
Hasta las palomas tienen miedo de posar del lado secuestrado ya que hay más de ellas fuera de este cerco, hasta ellas están perdiendo que las alimenten ciudadanos de buen corazón que les llevan alimento para ellas, seguro que también están resintiendo esta mala decisión.
¿Cuántos votos se irán a restar por estas acciones y decisiones tanto del gobernador, como del que lo apoyo hasta con elementos policiacos municipales, el futuro candidato a gobernador Manolo Jiménez, hoy alcalde de Saltillo, para lo que sigue de la política pública? esto sin duda tendrá repercusiones y hoy en día no se puede confiar solo en la estructura que se tiene, aunque sea muy sólida y muy bien constituida, porque en estas elecciones lo vimos, si bien sólo ganó dos distritos de mayoría Morena, en el conjunto global estuvo muy cerca de llegarle, ya no se disputan los grandes márgenes como antes y esto vuelve más sensible la votación.
El vernos a los ciudadanos como delincuentes peligrosos, porque las vallas así lo demuestran, el cerco con una veintena de policías así lo indica, porque la plaza está fuertemente custodiada por elementos de diferentes corporaciones de policías.
¿Ese es el respeto que nos merecemos los ciudadanos coahuilenses de a pie y los turistas? Este acto ha sido sin duda el de las peores acciones de represión de este gobierno, se les ha olvidado que es un espacio público y a todos nos pertenece, siempre y cuando se maneje con disciplina y respeto hacia ella.
Esta plaza no pertenece a ningún partido político, ni a políticos, ni a empresarios esta plaza es pública, no privada, no pueden coartarnos de esa manera el libre tránsito que tenemos derecho y ni poner vallas a este emblemático espacio.
Este cierre por medio de cercos y de policías, da la impresión de que este es un gobierno represor, cerrado al diálogo, de odio a los maestros y a la sociedad en general.
Lo peor que puede hacer un político del rango que tenga, es levantar falsos a un ciudadano, como se los levantaron a un miembro que lidera está Coalición de Maestros Gustavo García Torres, tachándolo casi de terrorista, porque así lo entendimos la sociedad civil, que los habían emboscado en la madrugada con aproximadamente 50 policías armados, porque según ellos tenían material explosivo, que harían detonar el día 15 de septiembre, lo han robado tanto, que no traen para comprar café del OXXO, menos tienen dinero para comprar explosivos, si fuera cierto los indicados son el Ejército, no las policías estatales o municipales, ya solo falto que le sembrarán granadas de fragmentación.
Y el que el gobierno cierre un espacio público emblemático sin un motivo fundado, porque los maestros ni el personal educativo no representan peligro, representan respeto por la sociedad porque de ellos fuimos educados en los diferentes niveles de educación ¿y temerles?, ¿quitarles el derecho de libre manifestación? Si hubieran sido atendidos no hubieran puesto las carpas para protestar y arriesgar más su salud a sabiendas que carecen de un buen servicio médico.
Y los realmente delincuentes esos que tanto han robado al Estado, que algunos fueron presos en el extranjero y hoy son testigos protegidos, otros ya deportados y libres, pero siguen siendo delincuentes del erario público y ahí no hay pronunciamiento alguno y ¡vaya! que Coahuila tiene a muchos de estos delincuentes de cuello blanco.
Por quitar a los maestros que estuvieron en la protesta 135 días con sus noches, los ciudadanos estamos pagando los platos rotos, cerrándonos este espacio público.
¿Cuántos votos restará el cierre de la Plaza de Armas de Saltillo? Porque a un conteo global están a 30,000 votos de perder la gubernatura, no son tiempos de caprichos, ni de represión, porque la oposición política de Morena, está muy cerca de ganar y estos actos nada ayudan, al contrario enardecen al pueblo.
Y termino diciendo: “Ya chole con lo mismo de los mismos”.
Yo opino ¿y tú?
Maestra Rosa Ofelia Garza de la Peña