El más reciente sucedió hace 780 mil años, por lo que algunos científicos creen que vamos tarde para otro cambio.
Durante los últimos 200 años se ha debilitado y desplazado el polo norte magnético, sin embargo, en las últimas décadas ese desplazamiento se ha ido acelerando alcanzando una velocidad de hasta 48 kilómetros por año. Esto deja una cosa clara, algo extraño le esta sucediendo al campo magnético de la Tierra.
Tenemos evidencia de que nuestro campo magnético existe desde hace al menos 4 mil millones de años y de que los polos de la Tierra se han invertido varias veces. Solo durante los últimos 2.6 millones de años el campo cambió al menos 10 veces; el más reciente sucedió hace 780 mil años, por lo que algunos científicos creen que vamos tarde para otro cambio.
El campo magnético de la Tierra es generado por medio del hierro fundido en el núcleo del planeta, a 2 mil 896 kilómetros debajo de nuestros pies. Este líquido genera una serie de corrientes eléctricas y estas a su vez producen nuestro campo.
Según la revista Astronomy, los científicos que están estudiando estos cambios siguen sin estar seguros de las consecuencias exactas de la reversión, pero saben que pueden llegar a ser graves.
De los grandes afectados podrían ser una serie de especies de animales como: las ballenas, los peces y las aves, ya que todos estos utilizan el campo electromagnético de la Tierra para navegar durante su período migratorio.
Por otra parte muchos geólogos señalan que las extinciones masivas parecen estar relacionadas con los períodos que conducen a una inversión en los polos.
El efecto directo en el ser humano podría ser leve, pero tendría un efecto contrario para la tecnología y es que los satélites artificiales que usamos para navegar, telecomunicaciones, previsiones meteorológicas, entre otras muchas cosas, se podrían ver seriamente afectados sin la protección que otorgan los campos electromagnéticos.
“Independientemente, la gravedad de una inversión magnética dependerá de cuánto tiempo tarde en completarse la inversión. Si cambia lentamente durante muchos miles de años, es posible que las criaturas migratorias, y también la humanidad, puedan adaptarse. Mientras tanto, tenemos mucho que aprender sobre lo que está sucediendo en las profundidades de nuestro planeta.” concluyen las investigaciones.
EF